No importa el día ni la hora, tu perro o gato puede sufrir un caso de envenenamiento y lo más importante es saber qué hacer.
De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México una intoxicación puede ocurrir en parques públicos, calles de las ciudades o por negligencia o descuido de sus dueños, en los hogares donde habitan.
Ejemplo de ello son el fosfuro de zinc y los cumarínicos o anticoagulantes, cuya utilización como raticidas es frecuente en las casas; pero también pueden ser letales los fungicidas, herbicidas e insecticidas, los anticongelantes para automóviles y los analgésicos y antiinflamatorios de uso humano, explica la máxima casa de estudios en su artículo “Esto hay que hacer si envenenan a tu mascota”.
Para la académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, Ylena Márquez, “la primera regla que debe seguir alguien que quiere auxiliar a una mascota envenenada es preservar su propia salud. Una sustancia tóxica pone en riesgo tanto a los animales como a las personas”.
Otros productos tóxicos que suelen atraer la curiosidad de las mascotas son los anticongelantes para automóviles, pues, además de tener un color atractivo (fosforescente), despiden un olor dulzón.
Por lo anterior, es importante no darles medicamentos de consumo humano como analgésicos y antiinflamatorios , ya que en ocasiones no pueden procesarlos.
Dos medidas que permiten actuar con rapidez ante el envenenamiento y ayudan no sólo a salvar su vida, sino también a reducir los riesgos dentro de casa son:
• Saber dónde se ubica la clínica veterinaria más cercana que da servicio las 24 horas del día
• Tener a la vista sus teléfonos en una etiqueta pegada en la puerta del refrigerador
