México, 4 de noviembre.- Durante la semana del 18 al 24 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a tomar conciencia sobre el uso de antibióticos a nivel internacional, pues se corre el riesgo de que enfermedades que se trataban fácilmente con esos fármacos se conviertan en infecciones peligrosas.
La semana mundial tiene el propósito de fomentar las mejores prácticas entre los ciudadanos y los responsables de las políticas de salud para evitar que la resistencia a los antibióticos se siga propagando.
El uso indebido de antibióticos ha ocasionado que bacterias y virus sean más resistentes, y dicha resistencia es uno de los problemas de salud pública que debe resolverse con carácter urgente, pues se corre el riesgo de que las enfermedades que antes se trataban fácilmente con esos fármacos se conviertan en infecciones peligrosas.
La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud OMS-OPS destacan entre los mitos sobre el uso de dichos medicamentos “que el antibiótico que elimina más bacterias es el mejor” y no es así. El cuerpo humano tiene un gran número de bacterias cuya actividad es benéfica para el organismo y si se eliminan habrá un impacto negativo en la salud.
Es equivocado usar los antibióticos que sobraron de enfermedades anteriores, pues cada persona y cada tratamiento son diferentes. El médico debe decidir sobre la cantidad y duración del uso de antibióticos.
Señaló que es falso que la resistencia a los antibióticos sea sólo un problema para las personas que los toman, lo cierto es que cualquier persona, de cualquier edad, en cualquier país, puede contraer una infección resistente a los antibióticos.
Es erróneo considerar que los antibióticos caros son los mejores, en virtud de que los antibióticos tradicionales y baratos, las penicilinas por ejemplo, tienen gran utilidad para combatir infecciones bacterianas.
Para evitar la resistencia a los antibióticos, las OPS y OMS recomiendan no usar antibióticos ante infecciones por virus de gripe o catarro, no abandonar el tratamiento en los casos de otras enfermedades aunque hayan desaparecido los síntomas, no automedicarse y tomar exactamente los antibióticos prescritos por el médico.