La Orquesta Sinfónica de Dresde, en Alemania, celebró su 25.º aniversario con dos innovadores conciertos titulados “Robotersinfonie”, donde la tecnología y el arte se unieron en una colaboración sin precedentes. En el evento, un robot de tres brazos , conocido como “Co-Bot”, tomó el control temporal de la orquesta, marcando una nueva era en la interpretación musical.
Este robot, entrenado por un director humano en colaboración con científicos de la Universidad Técnica de Dresde, aprendió a dirigir ritmos y dinámicas, con lo que ha podido generar un diálogo entre la precisión mecánica y la creatividad humana.
【どの腕見たらいい? ロボ指揮者の交響曲】
— Sputnik 日本 (@sputnik_jp) October 13, 2024
🎶 ドイツで、3本の腕のロボットが初めて指揮者として起用。ドレスデン交響楽団と共演した。
プロジェクトの作者らは目的について、生身の指揮者の代用探しではなく、音楽の新たな可能性を探ることだと語る。
動画はSNSより。
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El robot de 3 brazos dirigió piezas con alto nivel de complejidad
Los conciertos realizados el 12 y 13 de octubre, ofrecieron una experiencia única a los asistentes, pues los músicos trabajaron en conjunto con el Co-Bot, logrando una síntesis entre lo humano y lo robótico. Bajo la dirección inicial de Magnus Loddgard, 16 músicos de metal y cuatro percusionistas interpretaron obras de compositores contemporáneos como Markus Lehmann-Horn, Konstantia Gourzi y Wieland Reissmann.
Pero lo interesante de los conciertos vino después de la primera parte, cuando el director entregó la dirección de la orquesta a su colega robótico, que tuvo el desafío de dirigir piezas tan complejas que no podrían ser guiadas por un humano . En “kreuzknot”, obra de Reissmann, el Co-Bot utilizó dos de sus tres brazos para guiar a la orquesta con seguridad a través de los tempos que se cruzaban.
Después, debido a la delicadeza rítmica de “crossknot”, algunos de los músicos comenzaron lentamente y aceleraron, mientras que en la otra mitad disminuyeron la velocidad. A esto siguió una obra encargada al compositor y pianista de jazz Andreas Gundlach, llamada “Semiconductor’s Masterpiece”, donde se utilizó toda la capacidad del robot para usar sus tres brazos y guiar de forma independiente a la orquesta de tres partes a través de complejos pasajes rítmicos.
Estudiantes de secundaria también participan en un proyecto robótico
Además del aspecto musical, el evento incluyó el proyecto educativo Spot.Me, en el cual estudiantes de secundaria del colegio Dresden-Johannstadt crearon una coreografía con un perro robot, explorando las posibilidades y los desafíos de la robótica en la vida cotidiana. Este proyecto, desarrollado junto al coreógrafo Norbert Kegel y el grupo de científicos Universidad Técnica de Dresde, se plasmó en un cortometraje que se presentó durante el concierto.
En conclusión, este evento no solo representa un hito artístico para la Orquesta Sinfónica de Dresde, sino que también abre interrogantes sobre el futuro de la música y el papel que la tecnología jugará en la creación artística en los próximos años.