La noche del jueves, una caravana integrada por grupos especiales del Ejército arribó a Ciudad Juárez , Chihuahua, como parte de una estrategia urgente para reforzar la seguridad ante el aumento de la violencia en la región fronteriza. El despliegue, que incluyó vehículos tácticos y personal fuertemente armado, respondió a una jornada marcada por incendios provocados y homicidios múltiples.

El operativo militar se activó tras una serie de ataques perpetrados por sujetos que, horas después de la llegada de las fuerzas federales, lanzaron bombas molotov contra una importadora de autos. El negocio resultó afectado en su fachada, sin registrarse personas lesionadas. Sin embargo, el daño material quedó como una advertencia: el crimen organizado continúa marcando territorio.

Comerciantes bajo fuego en Ciudad Juárez

Este ataque recordó otro hecho registrado días atrás, cuando delincuentes atentaron contra una tienda de abarrotes en Ciudad Juárez. En ese caso, la dueña del local logró patear una de las bombas molotov fuera del establecimiento, evitando que el fuego consumiera por completo su patrimonio.

“Con el pie aventé la botella fuera”, relató la propietaria, Arcelia Muñoz, quien describió cómo las llamas comenzaron a extenderse mientras ella luchaba por salvar su negocio y su vida. Lo que pudo ser una tragedia terminó como un acto de resistencia civil ante una violencia que ya parece cotidiana.

Homicidios imparables: 45 ejecuciones en Ciudad Juárez en diciembre

A pesar del incremento de presencia militar, la ciudad continúa registrando hechos violentos. El jueves, cuatro personas fueron ejecutadas en distintos puntos de Ciudad Juárez, mientras que este viernes se reportó un homicidio adicional donde la víctima fue quemada.

Las cifras reflejan el nivel de riesgo: solo en diciembre, la frontera de Chihuahua contabiliza 45 ejecuciones. Esta estadística confirma que la crisis de seguridad no cede, aun con el refuerzo de fuerzas federales y estatales.

El aumento de civiles afectados —ya sea por extorsiones, incendios provocados o ataques directos— mantiene a la población en alerta permanente. Las agresiones contra negocios parecen enviar un mensaje de control territorial, mientras que los homicidios acentúan el clima de vulnerabilidad.

Hoy, Ciudad Juárez enfrenta un escenario donde la presencia militar convive con el temor, y donde las historias de sobrevivencia y pérdida se repiten diariamente entre quienes solo buscan vivir y trabajar en paz.