La policía de Río de Janeiro, Brasil, realizó una redada en una de las favelas que dejó al menos tres personas muertas durante un enfrentamiento entre presuntos delincuentes y los elementos de seguridad.
La mañana de este jueves, el Ejército y la policía de Brasil irrumpieron en una favela en el norte de Río de Janeiro para capturar a un grupo de presuntos delincuentes dedicados a robar cargas de vehículos, bancos y tiendas en varios barrios de país.
Las autoridades de Brasil indicaron que los delincuentes recibieron con agresiones a los policías e incluso incendiaron una barricada, lo que generó un tiroteo entre los policías y los sospechosos. Algunos videos del momento fueron compartidos en redes sociales.
Derivado del enfrentamiento en la favela de Brasil murieron al menos tres personas, un soldado y dos sospechosos.
Los residentes ayudaron a los heridos llevándolos en sillas de ruedas y sacándolos en medio de una protesta general en los barrios bajos de Río de Janeiro.
#RioDeJaneiro - BOPE Military Police units said to be conducting raids at several houses within the Complexo do Alemão favelas, as heavy gunfire and shootings persists as police report attacks against agents. pic.twitter.com/S0XoiJMuFt
— CyclistAnons (@CyclistAnons) July 21, 2022
El año pasado, 28 personas murieron a causa de la violencia en las favelas de Río de Janeiro, la mayoría en enfrentamientos entre narcotraficantes y policías.
Inseguridad en Brasil tiene cifras récord
De acuerdo con datos del Anuario Brasileño de Seguridad Pública, la violencia en Brasil creció a cifras récord durante la pandemia de Covid-19, los asesinatos en el país aumentaron un 4.7 por ciento frente a los de 2019 y hubo un homicidio cada 10 minutos.
En 2020, después de que inició la pandemia y el confinamiento en Brasil, más de 50 mil personas murieron de forma violenta.
Durante el momento más fuerte de restricción en Brasil , se registró el mayor pico de homicidios de todo el año con cerca de 4 mil 800 personas muertas de form violenta cada mes.
Según el informe, la crisis socieconómica desatada por la pandemia, el aumento del desempleo lo que “agravó indirectamente la curva de violencia letal”.