En lo alto de la capital del estado de Guanajuato se levanta una de las figuras más representativas de la historia de México: el Monumento a El Pípila.

Con una altura de 28 metros, esta imponente estatua rinde homenaje a Juan José de los Reyes Martínez Amaro, un minero que pasó a la historia como héroe durante la Guerra de Independencia.

El monumento no solo destaca por sus dimensiones, sino por la carga histórica y simbólica que representa para quienes visitan la ciudad. Turistas nacionales y extranjeros coinciden en que recorrer este sitio es una manera directa de conectar con los orígenes del país.

Roberto Midence, turista, compartió su experiencia al visitar el lugar:

“Tan cerca de la cuna de la independencia tantos héroes importantes o que empezaron acá o pasaron por acá en la ruta de la independencia pues conectar con historia como mexicano me gustó mucho”.

La hazaña en la Alhóndiga de Granaditas

El Pípila tuvo una participación decisiva en uno de los episodios más importantes del movimiento insurgente: la toma de la Alhóndiga de Granaditas, ocurrida el 28 de septiembre de 1810. Durante este enfrentamiento entre insurgentes y tropas españolas, su valentía marcó un antes y un después.

Óscar López, guía turístico, explica cómo ocurrió este momento histórico:

“Entonces fue cuando al Pípila se le ocurrió la idea de cargarse una losa, una piedra plana en la espalda para cubrirse de las balas que le disparaban de todas las ventanitas, de esa manera llegó a la puerta le untó brea y le prendió fuego, así fue como entraron los Insurgentes a atacar a los españoles y así es como se ganó esa batalla…”.

Un mirador con la mejor vista de la ciudadEl monumento se complementa con un mirador considerado por guías y visitantes como el mejor punto panorámico de Guanajuato. Desde este sitio se alcanza a apreciar gran parte de la ciudad y su arquitectura colonial.

Benjamín García, turista, expresó lo que significa este lugar:

“…Para mí es como una prueba de triunfo de la lucha constante a través del tiempo y que hemos logrado lo increíble…”.

El simbolismo del monumento

Más allá de su apariencia, la estatua está llena de simbolismo. Óscar López detalla que El Pípila se encuentra de pie sobre tres escalones, los cuales representan los 300 años de esclavitud durante el dominio español. La antorcha en alto simboliza el fuego de la paz, mientras que su mirada apunta hacia San Miguel de Allende, su lugar de origen.

“Está parado sobre tres escalones que representa los trescientos años de esclavitud de los españoles que hubo aquí en México”, explica el guía.

Desde este punto, aseguran, se pueden observar hasta tres cuartas partes de la ciudad, incluyendo sitios emblemáticos como el Teatro Juárez, el Templo de San Diego, la Basílica, la Mina de San Juan de Rayas, el Mercado Hidalgo y el Museo de las Momias.

Así, El Pípila permanece en lo alto, recordándonos la historia, la lucha y el origen de la libertad en México.