Ella es Doña Marcia; llegó a los 60 de Estados Unidos y se dedicó a rescatar perros en Tepoztlán
Doña Marcia Hass llegó a Tepoztlán de Montana, en Estados Unidos; fundó un albergue para perros en Tepoztlán y tras más de 20 años, hoy corre peligro.
Doña Marcia Hass, originaria de Montana, Estados Unidos, cambió su vida radicalmente a los 60 años para dedicarse a una misión: salvar perros abandonados en Tepoztlán, Morelos.
Hoy, a sus 80 años, su salud y situación económica amenazan con cerrar el refugio que fundó hace dos décadas. Pero su historia y su amor por los animales han tocado cientos de corazones.
De Montana a Tepoztlán: un cambio de vida por amor a los perros
Marcia Hass era maestra de español en Estados Unidos. Al llegar a México, no pudo quedarse indiferente ante la gran cantidad de perros callejeros en las calles de Tepoztlán, Morelos. “No me gusta ver un animal botado, solito. Yo crecí con perros, en mi casa teníamos siempre perros”, contó en entrevista con Fuerza Informativa Azteca (FIA).
Así nació su refugio, un espacio donde decenas de canes abandonados encontraron comida, techo y, sobre todo, cariño.
El refugio en crisis: salud frágil y fondos agotados
Hoy, Doña Marcia enfrenta una etapa difícil. Su salud está deteriorada y los fondos para alimentar y cuidar a los perros se han reducido drásticamente.
“Por la salud de la señora Marcia, este refugio tendrá que cerrar”, alertó Susana Seijas, voluntaria y coordinadora de adopciones. “Sus fondos también se acaban y estamos desesperados por encontrarles hogar. Solo de croquetas al mes son 60 mil pesos. Es una lana y necesitamos recaudar fondos”.
¿Cómo ayudar al refugio de Doña Marcia?
A pesar de las dificultades, los voluntarios no se rinden. Siguen trabajando día a día para alimentar, bañar, cuidar y buscar hogar a cada perrito. Las donaciones, adopciones y difusión en redes sociales son clave para mantener viva la labor de Doña Marcia.
Si deseas apoyar, ya sea con donativos, alimento o adoptando a uno de estos peludos, puedes comunicarte con los voluntarios del refugio. Cada granito de arena cuenta.
