El presidente Donald Trump ha emitido una orden directa para que el Pentágono active planes de operaciones militares en aire, mar y tierra contra los cárteles de la droga que su administración ha designado como organizaciones terroristas internacionales. La medida incluye a cárteles mexicanos y a otros grupos criminales en Latinoamérica, pero ¿qué implica para México?

¿En qué consistiría el ataque a los cárteles en México?

Según lo anunciado, esta directiva da luz verde a las fuerzas armadas de Estados Unidos para ejecutar operaciones militares directas en mar y suelo extranjero con el objetivo de desarticular y destruir a estas organizaciones.

El secretario de Estado, Marco Rubio, explicó en entrevista con el programa World Over la magnitud del cambio: “Hasta los diferentes cárteles que operan en México y en otros lugares. Los encontramos en Ecuador, en Guatemala, y el ‘Tren de Aragua’ en lo que la gente llama pandillas callejeras, pero que en realidad operan como organizaciones criminales, muy bien organizadas.”

Rubio añadió: “Entonces, lo que cambia es que nos da a las autoridades la posibilidad de atacarlos de maneras que podrían hacerse si sólo se tratara de un grupo de delincuentes. Ya no es un problema de aplicación de la ley, sino un problema de seguridad nacional.”

Civiles sospechosos de narcotráficos serían en blanco

En el Pentágono, funcionarios ya analizan cómo el ejército y la marina estadounidenses perseguirán a los cárteles. Las operaciones contemplan ataques coordinados para cortar redes de narcotráfico y logística, con énfasis en acciones rápidas y contundentes.

La dificultad principal es jurídica: justificar legalmente que fuerzas estadounidenses eliminen a civiles sospechosos de narcotráfico en territorios con los que Estados Unidos no está en guerra. Esto podría generar tensiones diplomáticas significativas.

En el pasado, Washington ha participado en operaciones antidroga en América Latina, pero generalmente como apoyo técnico y logístico a gobiernos locales; sin embargo, la nueva directiva de Trump se aleja de ese modelo, abriendo la puerta a ataques militares directos, algo que México ya ha dicho que no aceptará en su territorio.