Un grupo llamado ISIS-K se adjudicó la responsabilidad tras el ataque terrorista contra una sala de conciertos Crocus City en Moscú, Rusia, el viernes 22 de marzo de 2024 , que dejó un saldo de más de 130 muertos y más de 200 personas lesionadas.
A través de Telegram, el grupo conocido como Estado Islámico dijo ser responsable de la agresión e incluso difundió imágenes de cuatro sujetos, algunos con pasamontañas y otros cuyos rostros habían sido difuminados, quienes disparaban e incluso uno de ellos degolla a una persona.
¿Qué es ISIS-K?
ISIS-K son las siglas de Estado Islámico de Irak y Siria, mientras que la K hace referencia a la provincia de Korasán o Jorasán, una región que forma parte de Afganistán e Irán y que ha sido parte de la comunidad musulmana en la historia. Opera en Pakistán y Afganistán, este último país fue donde surgió.
Entre sus integrantes están antiguos integrantes del Movimiento Islámico de Uzbekistán así como del talibán afgano, destaca el Departamento de Estado de Estados Unidos.
ISIS-K surgió en 2015 y en 2021 sus miembros quedaron reducidos a la mitad, en alrededor de mil 500 a 2 mil combatientes, debido a operaciones aéreas estadounidenses y en tierra con comandos afganos.
Sin embargo, dicha organización obtuvo una nueva ola de adeptos después de que los talibanes derrocaron al gobierno de Afganistán hace tres años.
¿Por qué es tan peligroso ISIS-K?
Estados Unidos catalogó a ISIS-K como una organización terrorista en 2016. No es la primera vez que hace ataques terroristas. Por ejemplo, en julio de ese año cometió un atentado en una protesta pacífica en Kabul, que dejó 80 muertos y 230 heridos.
Mientras que dicho grupo se hizo responsable de atacar un hospital en Quetta, Pakistán, en agosto de 2016 donde murieron 94 personas y en mayo de 2020 también atacó un hospital materno en el cual fallecieron 24 personas, entre ellos bebés recién nacidos y sus madres.
Michael Kurilla, comandante del Comando Central de Estados Unidos, declaró al Congreso de esa nación esta semana que ISIS-K está desarrollando la capacidad de atacar intereses de la Unión Americana y de occidente fuera de Afganistán, “en tan sólo seis meses y con poca o ninguna advertencia”.
Mientras que dicha organización terrorista ha señalado a Vladimir Putin de tener “sangre musulmana en sus manos”, debido al intervencionismo de Rusia en Afganistán, Chechenia y Siria, declaró al medio The New York Times Colin P. Clarke, analista antiterrorismo del Grupo Soufan, una consultora de seguridad.