El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que sostendrá una reunión cara a cara con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el próximo viernes 15 de agosto en Alaska. La reunión ha despertado una intensa atención internacional, ya que el mandatario estadounidense ha presionado a su homólogo ruso para lograr un alto el fuego en la guerra con Ucrania; sin embargo, este encuentro también ocurre bajo la sombra de la orden de arresto que la Corte Penal Internacional (CPI) emitió contra Putin en marzo de 2023 por crímenes de guerra, específicamente por la deportación ilegal de niños ucranianos hacia Rusia desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero de 2022.
La orden de arresto contra Putin y su alcance legal
Según la CPI, Putin es presuntamente responsable de estos crímenes, ya sea de manera directa o por no impedir que otros los cometieran. La orden también incluye a María Lvova-Belova, comisaria rusa para los derechos del niño.
Aunque la CPI emitió la orden, no tiene poder para detener físicamente al presidente ruso ni ejercer jurisdicción en Rusia, país que no reconoce el Estatuto de Roma. Esto significa que la detención solo sería posible si Putin pisara territorio de un país que sí reconoce la jurisdicción de la Corte y esté dispuesto a ejecutar el arresto.
Limitaciones y consecuencias para Putin en el ámbito internacional
La emisión de esta orden ha reducido drásticamente las opciones de viaje internacional del mandatario ruso. Por ejemplo:
- Evitó asistir a la cumbre de los BRICS en Sudáfrica en 2023 por temor a ser arrestado.
- Pese a la orden, ha visitado países firmantes del Estatuto de Roma, como Mongolia, provocando críticas de Ucrania y organizaciones de derechos humanos.
Rusia ha calificado la orden como “sin valor legal” y ha declarado que no reconoce la autoridad de la CPI.
¿Puede la CPI actuar en Alaska durante la reunión con Trump?
En este caso, la situación es más compleja. Estados Unidos no es miembro de la Corte Penal Internacional. Aunque firmó inicialmente el Estatuto de Roma, retiró su firma y nunca lo ratificó, por lo que no reconoce la jurisdicción de la Corte sobre sus ciudadanos ni está obligado a cumplir sus órdenes.
Esto implica que, incluso si Putin viajara a Alaska, la CPI no podría exigir a Estados Unidos que lo detuviera.
Herramientas de presión de la Corte Penal Internacional contra Putin
Aunque no pueda arrestarlo en Alaska, la CPI sigue ejerciendo presión a través de:
- Restricciones a los viajes internacionales de Putin.
- Aislamiento diplomático y señalamiento como paria internacional.
- Solicitudes de cooperación para la recolección de pruebas.
- Promoción de sanciones internacionales.
Su efectividad radica más en la presión política y en mantener el tema en la agenda internacional que en la capacidad operativa para detenerlo dentro de Rusia o en países que no reconozcan la Corte.