Cumpliendo su quinto día consecutivo de protestas, los bloqueos de carreteras se multiplicaron esta semana hasta alcanzar 30 puntos activos en cinco departamentos, según reportó la estatal Administradora Boliviana de Carreteras (ABC). Las movilizaciones, que inicialmente exigían la forzosa inscripción de Evo Morales como candidato presidencial, han ampliado sus demandas para incluir la renuncia del presidente Luis Arce ante la “crisis económica” que atraviesa el país, sumiendo a la nación en una profunda incertidumbre.
La geografía del caos y la sombra de la violencia
El epicentro de las protestas continúa siendo el departamento de Cochabamba, bastión político de Morales, con una decena de bloqueos. Sin embargo, la medida de presión se ha extendido los estados de Oruro, Potosí, La Paz y Santa Cruz.
En Santa Cruz y Cochabamba Fuerza Informativa Azteca (FIA) constató el impacto directo de estas acciones: extensas filas de vehículos de carga y autobuses varados. Esta paralización se da en el marco de una violencia que ya ha dejado 13 policías heridos y una agente secuestrada (posteriormente rescatada) en jornadas previas.
Mientras la confrontación se apodera de las carreteras, el gobierno de Arce denuncia la intransigencia de un movimiento que parece dispuesto a todo.
Un historial que empaña la contienda política
La insistencia del “evismo” (sector que apoya a Evo Morales) en una candidatura que el Tribunal Constitucional Plurinacional ha declarado inviable –ratificando que nadie puede postular a una segunda reelección– ocurre mientras la figura de Morales enfrenta graves cuestionamientos que exceden lo político.
Sobre el exmandatario pesan múltiples denuncias e investigaciones judiciales en Bolivia por presunto abuso sexual, estupro y trata de personas, algunas involucrando a menores de edad.
🚨Evo Morales, en la mira de la justicia tras acusaciones de abuso. La búsqueda del expresidente se intensifica. https://t.co/Swr1I0JsqF pic.twitter.com/etQWFDbD4l
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) January 18, 2025
Un país fracturado ante una doble crisis
El pulso actual no es solo por una candidatura. Al sumar la exigencia de la renuncia del presidente de Bolivia Luis Arce y la crisis económica a su pliego, los seguidores de Morales evidencian la compleja pugna de poder que divide al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
Esta fractura se hace aún más patente mientras la justicia electoral sí ha dado luz verde a la candidatura de Andrónico Rodríguez, una figura emergente y rival de Morales dentro del MAS.
Los uniformados están en apronte puesto que este viernes el órgano publicará la lista de los candidatos habilitados para las elecciones presidenciales del 17 de agosto.#Bolivia #AsíDecidimos #Política https://t.co/QnpdkodkkD
— Unitel Bolivia (@unitelbolivia) June 6, 2025
Así, Bolivia se encuentra atrapada entre la ambición de un líder cuestionado por la ley y por graves denuncias, una crisis económica que golpea a sus ciudadanos y una lucha interna por el poder que amenaza con desestabilizar por completo el panorama de cara a las elecciones del 17 de agosto.