Olivia Farnsworth, una niña británica que llamó la atención del mundo entero debido a su extraña condición médica: la insensibilidad congénita al dolor. Esta rara enfermedad , también conocida como analgesia congénita. La pequeña debe comer, aunque no necesariamente tenga hambre.
Olivia ha sufrido numerosas lesiones a lo largo de su vida, incluyendo fracturas de huesos, quemaduras y cortes profundos, pero nunca ha sentido dolor. Según su madre, la niña ha sufrido 50 lesiones graves en su vida, pero nunca ha llorado o se ha quejado de dolor.
Ella es Olivia Farnsworth, una niña que no siente dolor, hambre o sueño. 🤯
— Somos Cosmos (@InformaCosmos) May 3, 2023
La ausencia de estas sensaciones se debe a que a ella le falta parte del cromosoma 6.
Sus padres se dieron cuenta de este problema médico después de que Olivia tuviera un accidente cerca de casa.
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Niños que no sienten ni dolor ni hambre en México
Los pacientes con ausencia congénita del dolor sienten el estímulo del tacto y cambios de temperatura; sin embargo, son incapaces de sentir dolor, razón por la que pueden sufrir múltiples traumatismos que afectan de manera importante su integridad, generando múltiples deformidades y mutilaciones en todo el cuerpo sin que sientan el mínimo sufrimiento y, por lo tanto, no busquen atención médica.
En México , de acuerdo con la revista científica Scielo, registra por lo menos dos casos en en el país donde las pacientes tienen esta enfermedad . La primera, una adolescente de 15 años, menor de cuatro hermanos, siendo la única con esta afección, "... Sufrió caída con golpe directo a nivel de cadera izquierda con incapacidad para el movimiento y la marcha, pero debido a la ausencia de dolor empezó a caminar una semana después y no fue llevada a atención médica. Un año después sufrió nueva caída con incapacidad para el movimiento y la marcha por un período prolongado”, se lee en una publicación.
Otro caso que presentan es el de un paciente de 10 años del Estado de México, menor de tres hermanos, único con la afección, desde pequeño ha presentado múltiples traumatismos y lesiones, al año de edad sufrió quemadura, a la edad de dos años, tuvo fractura de tobillo, a los seis años presentó un proceso infeccioso a nivel de las falanges de ambas manos que condicionó necrosis y pérdida de las mismas a pesar de tener tratamiento en todas las lesiones mencionadas, los familiares refieren que nunca experimentó dolor.
En 2009 sufrió caída de un brincolín sin experimentar molestias aparentes, por lo que siguió caminando; sin embargo, sus padres observaron alteraciones en su marcha, y acudieron al hospital luego de tres semanas.
Al llegar, los doctores observaron ulceración en el pie izquierdo y que mostraba datos de necrosis, deformidades en cara, particularmente en la pirámide nasal y labio superior, opacidad de ambas córneas, deformidad a nivel de mano y la muñeca izquierda con ausencia de falanges distales en todos los dedos y parcialmente de la falange media en dedo medio y pulgar. Todo esto sin que el menor presentara alguna queja.
¿Qué es la insensibilidad congénita al dolor o analgesia congénita?
La insensibilidad congénita al dolor es una condición congénita (presente al nacer) en que no se puede percibir el dolor físico. Las señales y síntomas pueden incluir heridas, moretones, huesos rotos, y otros problemas de salud que pueden pasar desapercibidos debido a la falta de conciencia del dolor.
Es un trastorno genético que impide a las personas sentir dolor físico, lo que puede llevar a lesiones graves e incluso a la muerte. Es una enfermedad muy rara y se cree que es causada por una mutación genética que afecta a la producción de ciertas proteínas que son esenciales para la transmisión de señales de dolor desde los nervios periféricos hasta el cerebro y la médula espinal a los músculos ya las células que detectan las sensaciones como el tacto, el olfato y el dolor.
Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NIH), las personas con insensibilidad congénita al dolor pueden tener problemas para detectar lesiones o enfermedades tempranas, lo que puede llevar a un retraso en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades graves. Además, estas personas pueden sufrir lesiones graves sin darse cuenta, lo que puede llevar a complicaciones graves como infecciones y amputaciones.
La insensibilidad congénita al dolor se considera una forma de neuropatía periférica, ya que afecta el sistema nervioso periférico, que conecta el cerebro y la médula espinal a los músculos, y a las células que detectan las sensaciones como el tacto, el olfato y el dolor.
El sitio señala que esta enfermedad puede ser difícil de diagnosticar debido a la falta de señales de dolor y que las personas con esta condición deben tomar medidas especiales para evitar lesiones graves.
Síntomas de la insensibilidad congénita al dolor
Las personas afectadas presentan:
- Incapacidad de sentir sensaciones de dolor: Las personas con esta condición pueden sentir la diferencia entre calor y frío o entre objetos puntiagudos o no puntiagudos, pero no pueden detectar, por ejemplo, el dolor que se siente si una bebida caliente quema la lengua
- Presencia de muchas heridas, moretones, huesos rotos, y otros problemas de salud que pueden pasar desapercibidos debido a la falta de conciencia del dolor
- Heridas en la boca o en los dedos causadas por mordidas repetitivas y/o múltiples lesiones relacionadas con quemaduras en los niños pequeños
- Muchas personas con insensibilidad congénita al dolor también tienen una pérdida completa del sentido del olfato (anosmia)
La insensibilidad congénita al dolor se considera una forma de neuropatía periférica, ya que afecta el sistema nervioso periférico, que conecta el cerebro y la médula espinal a los músculos, ya las células que detectan las sensaciones como el tacto, el olfato y el dolor. De acuerdo al gen mutado se pueden observar algunas diferencias en las señales y síntomas que se presentan.