El pasado 24 de mayo, Marco Aurelio Ramírez, fue asesinado a balazos a las afueras de su domicilio en Tehuacán, Puebla. Con este, ya son tres los asesinatos a periodistas en México, en lo que va del 2023.
#IMPORTANTE | La @FiscaliaPuebla confirmó el asesinato del periodista Marco Aurelio Ramírez en #Tehuacán
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) May 23, 2023
Circulaba en su automóvil cuando recibió varios impactos de bala. pic.twitter.com/VyVCLJppEb
Y es que tal parece que ejercer uno de los oficios más incomprendidos en este país, es jugar a la ruleta rusa.
No debería parecernos normal, ni permitirnos llegar a que nos parezca, ver noticias sobre la muerte de reporteros, fotoperiodistas o jefes de periódicos, porque además de que están terminando con la vida de personas, están tratando de coartar la libertad de expresión.
¿Qué queda en una sociedad cuando al pueblo y a los medios se les intimida en cuanto a sus formas de expresión?
Es evidente que los asesinatos a periodistas en México no son hechos aislados. Las formas indican alevosía; muchas veces afuera de sus hogares, frente a sus familias, otras, después de una serie de amenazas.
Esto no solo ha ocurrido en la presente esta administración, ya que si se cuentan las muertes provocadas a los periodistas desde el 2000, llegaremos a la cifra de 160 víctimas. En 23 años, 3 partidos han gobernado México a nivel federal, y al parecer, nadie ha podido o querido hacer algo para poner un alto a la violencia contra los comunicadores.
Y lo peor de todo, la impunidad. De julio de 2010 a abril del 2023, se han realizado 1,629 investigaciones por delitos, entre los que se encuentra el asesinato, en contra de periodistas o medios de comunicación; de esas, solo se ejerció acción penal en 344 casos (21%).
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Con tales cifras, no es casualidad que México lleve cargando por cuatro años la loza de ser el peor país para ejercer el periodismo; vamos, ni en Ucrania, se ha corrido tanto peligro.
¿Qué tiene que pasar para que toquemos fondo? ¿Hasta dónde habrá que ver para que la libertad de expresión deje de tocarse?