Este domingo 21 de septiembre de 2025, los gobiernos de Reino Unido, Canadá y Australia reconocen a Palestina como un Estado soberano, después de que hace semanas anunciaron que lo realizarían.

Esta acción ocurre días antes de la Asamblea de las Naciones Unidas, programada para el 23 de septiembre de 2025. Desde mediados del siglo XX, el reconocimiento internacional de Palestina como estado ha sido un tema central en la política global, generando debates y acciones diplomáticas importantes.

Actualmente, más de 140 países reconocen a Palestina como un Estado soberano, un gesto que tiene implicaciones en la política internacional, en los foros multilaterales y en el desarrollo del conflicto israelí-palestino.

¿Cuáles son los países que reconocen a Palestina?

La mayoría de los países que reconocen a Palestina pertenecen a África, Asia, América Latina y Oriente Medio. Entre ellos se encuentran naciones como Brasil, Argentina, Sudáfrica, China y Emiratos Árabes Unidos. Este reconocimiento suele basarse en el apoyo a la autodeterminación palestina y en la aspiración a una solución pacífica del conflicto.

Al menos 151 países en el mundo reconocen a Palestina como Estado. Algunos de ellos son México, Colombia, El Salvador, España, Qatar, Rusia, entre otros.

Implicaciones del reconocimiento para Palestina

El reconocimiento diplomático permite a Palestina participar en organizaciones internacionales y firmar tratados. Además, fortalece la legitimidad de la Autoridad Nacional Palestina en su búsqueda de un Estado independiente.

Sin embargo, algunos países occidentales, como Estados Unidos y gran parte de la Unión Europea, no han reconocido formalmente a Palestina como Estado, lo que agrega complejidad a las negociaciones y limita el alcance diplomático palestino en ciertos escenarios.

El impacto en la política internacional y regional

El reconocimiento de Palestina también influye en las relaciones internacionales y en la dinámica del conflicto con Israel. Muchos países usan este reconocimiento para presionar por una solución de dos Estados basada en las fronteras anteriores a 1967.

El gobierno palestino valora estas alianzas como un respaldo frente a desafíos políticos y económicos. No obstante, el panorama global sigue siendo incierto, ya que el reconocimiento no garantiza una solución definitiva ni un consenso amplio en la comunidad internacional.