Lo que parecía una noche fresca y con viento, trajo incertidumbre para los habitantes del área metropolitana ya que cerca de las 10 y media de la noche de este lunes 13 de marzo, vecinos de distintos municipios en Nuevo León reportaron la presencia de un fuerte olor a gas en el aire.
Rápidamente las llamadas de auxilio no se hicieron esperar y las corporaciones de auxilio de municipios como Cadereyta, San Nicolás, Juárez, Monterrey, Santa Catarina, García, Guadalupe y San Pedro recibieron los reportes por el mal olor en el ambiente.
Las redes sociales se vieron invadidas por quejas de un olor similar al de la orina de gato, al de amoniaco y/o de algún químico.
En tanto, personal de Protección Civil del Estado de Nuevo León realizaron recorridos por municipios ante estos múltiples reportes de olor a gas y a su vez establecieron coordinación con unidades municipales de protección civil.
Mientras que, personal de la refinería en Cadereyta, informó que sus operaciones se mantienen normales y descartaron cualquier incidente.
También la Secretaría de Medio Ambiente informó lo siguiente a través de sus redes sociales:
“En relación a los olores que se presentan en la ciudad, la secretaria de medio ambiente informa que no se presentan condiciones extraordinarias ni elevación de los contaminantes criterio en las estaciones de monitoreo ambiental, por lo que el incremento de contaminantes criterios está descartado. En conjunto con Protección Civil del estado se han realizado recorridos especiales en toda el área metropolitana para determinar el origen.”
Hasta el momento no se ha reportado el origen de estos malos olores, pero se recomienda a la ciudadanía que cierren ventanas y puertas.
¿Cómo ocurre la intoxicación por amoníaco?
El amoníaco es una sustancia corrosiva y los efectos principales de la exposición al amoníaco ocurren en el sitio de contacto directo (por ejemplo, la piel, los ojos, la boca, y los sistemas respiratorio y digestivo). Por ejemplo, si usted derrama una botella de amoníaco concentrado en el piso, usted detectará el fuerte olor a amoníaco; puede que usted tosa y los ojos le lagrimeen a causa de la irritación. Si usted se expusiera a niveles muy altos de amoníaco, sufriría efectos más graves. Por ejemplo, si usted camina a través de una nube densa de amoníaco o si su piel entra en contacto con amoníaco concentrado, puede sufrir quemaduras graves de la piel, los ojos, la garganta o los pulmones.
