El Fiscal General del Estado de Michoacán, Adrián López Solís, informó que una de las posibles víctimas del ataque armado ocurrido la tarde del domingo en la localidad de San José de Gracia, en el municipio de Marcos Castellanos, es Alejandro G., alias ‘El Pelón', quien habría asistido al funeral de su madre Elisa ‘N’.
El sujeto en cuestión habría sido integrante de una célula delincuencial que opera en aquella zona de Michoacán.
Con conferencia de prensa, el fiscal informó que en el lugar Alejandro G., y varias personas más, habrían sido privadas de la vida y sus agresores se llevaron los cuerpos, por lo que se desconoce el número de víctimas que dejó este hecho violento y el lugar al que pudieron ser trasladadas.
Precisó que al llegar al lugar de los hechos no se localizaron víctimas, sin embargo, se detectó que el piso estaba recién lavado y se aseguró una bolsa que contenía restos de masa encefálica, que se embaló para su análisis y otra más que contenía envases de productos de limpieza.
La Fiscalía de Justicia Michoacana informa que tras llegar y revisar la zona donde fue la balacera, no hallaron víctimas, ni cadáveres. Y que había evidencia de que la zona fue lavada recientemente.
— Azteca Noticias (@AztecaNoticias) February 28, 2022
Rencillas entre células posible causa de balacera
Al continuar con los trabajos de investigación, la fiscalía determinó que el domingo en ese lugar era velada en las inmediaciones de un domicilio particular la señora Elisa ‘N’, madre ‘El Pelón’, quién de acuerdo a entrevistas recabadas por peritos de la dependencia, desde muy temprana edad, esta persona era considerada como parte de una célula delincuencial que operaba en esa zona del estado.
De acuerdo con la investigación de la fiscalía, ‘El Pelón’ operaba en Colima y habría tenido rencillas con otro hombre de quien se omitió su nombre debido a la presunta desaparición y homicidio de familiares de ambas personas.
Incluso esas rencillas podrían ser parte de una de las líneas de investigación del posible multihomicidio.
El fiscal agregó que la tardanza del reporte se debió a la omisión de tres policías municipales que se encontraban de guardia en el poblado y que prefirieron no hacer frente al ataque por verse rebasados en número, además, confirmó que no dieron aviso oportuno de lo ocurrido y aseguró que el alcalde tampoco se encontraba en la localidad.