En el marco del 215 aniversario de la Independencia de México, la ceremonia oficial del 16 de septiembre dejó de lado, por momentos, el tono festivo y de admiración hacia las Fuerzas Armadas.
Ante la presidenta Claudia Sheinbaum y miles de asistentes reunidos en el Zócalo capitalino, el secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales, hizo un reconocimiento inédito: la institución naval fue manchada por actos de corrupción relacionados con el contrabando de combustibles.
“Hubiera sido imperdonable callarlo”: Almirante Morales
Durante su intervención, el almirante Morales admitió que “fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido mucho más y absolutamente imperdonable callarlo”.
Con estas palabras, el funcionario se refirió a los casos en que elementos de la Marina se involucraron en el llamado huachicol fiscal, un esquema que permitió la entrada ilegal de millones de litros de gasolina a través de los puertos de Altamira y Tampico.
De acuerdo con el secretario, el combustible se hacía pasar como aditivos para evadir el pago de impuestos. “Pusimos ante la ley, ante la conciencia y el escrutinio de las y los mexicanos, actos reprobables que no nos definen como institución”, subrayó.
Silencios incómodos: sobornos millonarios y los ausentes en la denuncia
Aunque Morales denunció la existencia de sobornos millonarios a personal naval, evitó mencionar a su antecesor, pese a que familiares cercanos de éste aparecen en investigaciones como responsables de esa red de corrupción.
Tampoco hizo alusión a la figura del entonces comandante supremo de las Fuerzas Armadas, a quien se le atribuye haber mantenido control político y económico sobre negocios ilícitos de gran escala.
La postura oficial de la Marina
El secretario concluyó su mensaje asegurando que la institución decidió enfrentar sus errores: “Jamás fue para nosotros opción el disimulo, porque el silencio no nos define... La verdad, en cambio, nos fortalece. La justicia nos determina y la honestidad nos sustenta”.
Finalmente, Morales afirmó que quienes verdaderamente aman a México tienen la obligación de responder con transparencia y firmeza. Su declaración marcó un 16 de septiembre distinto, donde la celebración nacional se vio atravesada por un gesto de autocrítica y un llamado a la rendición de cuentas.