El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, fue contundente: no habrá intervención militar en territorio mexicano para combatir al crimen organizado. Su declaración llega en medio de un debate creciente sobre el nivel de influencia y violencia de los cárteles en México, y sobre el papel que podría jugar Washington.

Durante una conferencia de prensa posterior a su participación en la reunión del G7 en Canadá, Rubio descartó por completo la posibilidad de una incursión militar, pero reconoció que el problema es serio y que Estados Unidos lo observa con preocupación.

“No vamos a enviar fuerzas estadounidenses a México. Podemos ayudarlos con equipo, capacitación e inteligencia, pero eso solo ocurrirá si ellos lo piden”, afirmó.

La frase que más llamó la atención fue la condición explícita: “Si quieren ayuda, tienen que pedirla”.

Marco Rubio: los cárteles operan como grupos terroristas

Marco Rubio explicó que para Estados Unidos los cárteles mexicanos ya son considerados grupos terroristas, no por ideología, sino por su nivel de poder, armamento e infraestructura.

“Estos grupos tienen más armas, mejor entrenamiento y mejor inteligencia que varios gobiernos”, señaló, subrayando que su capacidad operativa es comparable —e incluso superior— a la de algunos Estados nacionales.

Sus declaraciones presionan indirectamente al gobierno mexicano, pues colocan el debate en un punto clave: si México quiere colaboración más agresiva, debe solicitarla formalmente.

La respuesta desde la Embajada de Estados Unidos en México

Después de las declaraciones de Rubio, el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, respaldó la postura del secretario de Estado y destacó la coordinación bilateral a pesar del reciente cierre de gobierno en Washington.

En su cuenta de X, Johnson escribió:

  • “Nuestra cooperación con México es excelente (…) seguiremos fortaleciendo esta relación para entregar resultados para la gente de ambas naciones.”
  • “Nuestra seguridad fronteriza no se detiene (…) frenamos cruces ilegales, desarticulamos redes de tráfico y decomisamos armas y fentanilo.”

El mensaje fue claro: Estados Unidos no bajará la guardia, pero tampoco cruzará la línea hacia una intervención directa sin autorización del gobierno mexicano.

¿Qué significa la declaración de Marco Rubio para México?

La declaración de Rubio tiene dos lecturas principales:

  1. No habrá intervención militar, algo que México ha rechazado históricamente.
  2. El balón queda en la cancha del gobierno mexicano, que deberá decidir si solicita más apoyo estadounidense ante el avance del crimen organizado.

Con los cárteles operando con poder territorial, bélico y financiero, la relación bilateral se mantiene en un punto delicado: cooperación sí, imposición no.