Larry Allen, leyenda de los Dallas Cowboys, muere a los 52 años en México

Larry Allen, leyenda de los Dallas Cowboys de la NFL, murió a los 52 años mientras estaba de vacaciones en México, informó el equipo de futbol americano.

“Los Dallas Cowboys están muy tristes de compartir que la leyenda de los Cowboys, campeón del Super Bowl, miembro del Anillo de Honor de los Cowboys y miembro del Salón de la Fama del Fútbol Americano Larry Allen falleció repentinamente mientras estaba de vacaciones en México con su familia el domingo”, publicó en su cuenta de X.

Los Dallas Cowboys señalaron en su comunicado que Larry Allen es “conocido por su gran atletismo y su increíble fuerza, fue uno de los linieros ofensivos más respetados y consumados que jamás haya jugado en la NFL”.

Además de que se caracterizó por ser una inspiración para otros jugadores de la NFL: “Su versatilidad y confiabilidad también fueron partes distintivas de su carrera. A través de eso, continuó sirviendo de inspiración para muchos otros jugadores que definieron lo que significaba ser un gran compañero de equipo, competidor y ganador”.

Por otra parte, destacaron la relación de amor con su familia: “Su esposa, Janelle, lo amaba y cuidaba profundamente, a quien se refería como su corazón y alma, sus hijas Jayla y Loriana y su hijo, Larry III”.

La liga profesional de futbol americano (National Football League) también envió un mensaje en memoria del jugador leyenda de los años 90.

“La familia de la NFL está profundamente entristecida por el fallecimiento del miembro del Salón de la Fama, campeón del Super Bowl y leyenda de los Cowboys, Larry Allen. Nuestros pensamientos están con su familia y seres queridos”, publicó en sus redes sociales.

El jugador de americano formó parte de los Dallas Cowboys en la segunda ronda del Draft de 1994, justo cuando destacaban personajes como Troy Aikman, Emmitt Smith y Michael Irvin. El talento del equipo los llevó a ganar el Super Bowl en 1995.

Participó en 14 temporadas, 12 de ellas con los Cowboys y las otras dos con los 49ers de San Francisco. Once veces fue elegido al Pro Bowl e ingresó en 2013 al Salón de la Fama.

Los Cowboys encontraron al talentoso Larry Allen cuando jugaba americano en Sonoma State. En una ocasión recibió 12 apuñaladas mientras protegía a uno de sus hermanos.