La coalición gobernante de Hungría aprobó un proyecto de ley que terminará la celebración del Orgullo de Budapest y permitirá el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los asistentes. ¿Cuál es la finalidad de esta medida?
¿Qué implican las restricciones para la comunidad LGBTQ+?
Esta iniciativa, promovida por el primer ministro Viktor Orbán y su partido Fidesz, es parte de una serie de medidas que han sido denunciadas como restrictivas contra los derechos de la comunidad LGBTQ+.
Cabe señalar que el proyecto de ley fue aprobado sin obstáculos, gracias que el partido de Fidesz cuenta con dos tercios del senado.
Multa por asistir a la marcha del Orgullo en Hungría
De asistir o participar en eventos que contravengan la legislación de “protección infantil” podría considerarse un delito y ser sancionado con multas de hasta 200.000 florines húngaros (aproximadamente 546 dólares).
Un nuevo paso en la política restrictiva contra la comunidad LGBTQ+
Desde 2021, Hungría ha endurecido sus leyes contra la comunidad LGBTQ+ mediante normativas que prohíben la representación o promoción de la diversidad sexual en contenidos dirigidos a menores, como programas educativos, publicidad, literatura y medios audiovisuales. La legislación también restringe cualquier manifestación pública de identidades de género que no coincidan con el sexo asignado al nacer.
El gobierno de Orbán argumenta que estas medidas buscan proteger a los niños de lo que denomina “propaganda sexual”, defendiendo lo que considera valores familiares tradicionales y cristianos. Sin embargo, grupos de derechos humanos y organismos europeos han denunciado estas políticas como discriminatorias y represivas.
El Orgullo de Budapest en riesgo: reacciones a la posible prohibición
El Orgullo de Budapest, que este año conmemora su 30º aniversario, es uno de los eventos más importantes para la comunidad LGBTQ+ en Hungría. Más que una celebración, representa una manifestación en favor de la igualdad de derechos y el reconocimiento de la diversidad.
Los organizadores han calificado la iniciativa de prohibición como una violación de las libertades de expresión y reunión. Con la aprobación de la ley, Hungría dio otro paso en la restricción de los derechos de la comunidad LGBTQ+, alineándose con una política gubernamental que ya ha sido objeto de críticas en la Unión Europea