Dicen que no hay nada como un almuerzo gratis, pero en este caso hubo hasta postre y cervezas. Un restaurante de mariscos compartió en redes sociales la historia del cliente que se convirtió en leyenda: comió como rey, invitó a desconocidos y desapareció como mago, dejando una cuenta de más de 2 mil pesos sin pagar en el restaurante “El Velerito de la Morelos” ubicado en Torreón, Coahuila.
El protagonista del banquete llegó solo al establecimiento cerca de las 11:30 de la mañana, y durante más de cinco horas, pidió tinas de cerveza, platillos generosos y, como si fuera influencer en busca de contenido, empezó a invitar a cualquier persona que pasara por la zona a comer, algunos se negaron.
Jesús Samaniego, encargado del lugar, relató que el hombre se acercaba a la gente con simpatía, invitando a comer como si tuviera un fondo ilimitado. “Le sirvieron una cerveza que una señora le invitó, se la bebió... y ella se fue. Después, dos chavitos que venden paletas aceptaron su invitación y se quedaron a comer”.
Todo iba muy bien, hasta que el festín terminó con la clásica frase de “ahorita vengo, voy por unos cigarros”. Y sí: nunca volvió este sujeto.
Invitados sorpresivos y nerviosos
El problema fue que los tres inocentes invitados, ajenos a cualquier plan de escape, quedaron embarcados con la cuenta. Los jóvenes vendedores de paletas, angustiados, hasta se ofrecieron a lavar platos y barrer el restaurante como compensación. “Les dije que no se preocuparan”, añadió el encargado, visiblemente conmovido por la sinceridad de los chicos.

Restauranteros en alerta: el truco del “sociable generoso”
Aunque podría parecer el guion de una comedia, el restaurante decidió hacer pública la situación para prevenir a otros comercios. En la publicación explicaron que muchos restaurantes familiares dependen del ingreso diario para sobrevivir, por lo que estos “comedores profesionales” representan un verdadero golpe.
Y mientras el misterioso sujeto quizás esté disfrutando de sus “cigarros”, varios trabajadores siguen viendo cómo cubrir una cuenta de alguien que, literalmente, se esfumó.