En Reynosa, Tamaulipas, el colectivo “Amor por los Desaparecidos” descubrió un sitio donde se localizaron restos humanos calcinados; un posible “sitio de exterminio” ubicado a cuatro kilómetros de la colonia Colinas del Real, rumbo a la carretera a Monterrey,
¿Qué pasó en Reynosa, Tamaulipas?
El colectivo, en coordinación con la Comisión Estatal de Búsqueda de Tamaulipas, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública estatal, identificó 14 puntos con restos óseos y objetos personales.
A través de redes sociales, compartieron imágenes del lugar, donde se observan casquillos de bala, llantas y un inmueble con impactos de arma de fuego.
Las primeras inspecciones sugieren que el sitio pudo haber sido utilizado como un “campo de exterminio”, donde las víctimas fueron asesinadas y sus restos incinerados. Sin embargo, las autoridades y colectivos continúan con los trabajos para identificar los restos.
México: ¿Un cementerio clandestino?
El hallazgo de este sitio en Reynosa no es un hecho aislado. Tamaulipas es uno de los estados con mayor número de desapariciones en México, pero la situación se replica en varios estados del país.
En los últimos años, diversos colectivos de búsqueda han hallado múltiples fosas clandestinas y sitios de exterminio en entidades como Veracruz, Chihuahua, Chiapas, Jalisco, entre otros.
Un ejemplo reciente es el descubrimiento en Teuchitlán, Jalisco, donde se encontraron crematorios y restos humanos, revelando prácticas atroces del crimen organizado.
Tan solo el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco denunció el hallazgo de huesos calcinados, cientos de prendas de vestir y zapatos; un sitio que operaba presuntamente desde hace años y que ha sido llamado “la escuelita del terror”.
La crisis de los desaparecidos en México
Las cifras no mienten para asegurar que México enfrenta una crisis de desapariciones forzadas. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, en 2024 se contabilizan más de 116 mil 386 hombres y mujeres no localizados
A pesar de los avances legislativos y los esfuerzos institucionales, la lucha por la verdad y la justicia sigue recayendo en los colectivos de búsqueda y las familias de las víctimas.
