Cinco datos de Frida Kahlo que van más allá de la cultura mexicana

La pintora Frida Kahlo es considerada una de las figuras más importantes dentro de la cultura mexicana ya que gracias a sus obras logró consolidar todo un referente artístico para nuestro país y el mundo entero.

A 67 años de su aniversario luctuoso es importante recordar algunos datos de la pintora mexicana que dejaron huella en su amplia trayectoria artística y en su vida personal.

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• Desde temprana edad vivió tormentosas situaciones que la condujeron a múltiples operaciones quirúrgicas, cerca de 32 a lo largo de su vida, teniendo que utilizar corsés de yeso hasta diversos mecanismos de estiramiento para recuperar su movilidad.

Pues a la edad de seis años se enfermó de poliomielitis, una Enfermedad Viral contagiosa que puede provocar lesiones a los nervios que causan parálisis, dificultad para respirar y hasta la muerte.

Mientras a los 18 años sufrió un aparatoso accidente de tranvía que lesionó su columna vertebral y le dejó algunas secuelas en su estado de salud.

• En su convalecencia comenzó a pintar y fue a partir de este momento en el que explotó su talento artístico por medio de los colores y lienzos en donde plasmaba sus mejores ideas creativas.

Postrada en una cama su habilidad para pintar creció, demostrando que a pesar de sus condiciones físicas el talento lo llevaba en sus manos y en la imaginación.

• Un dato curioso de su carrera es que también logró desempeñarse como maestra en la Escuela Nacional de Pintura y Grabado “La Esmeralda”, lugar donde solamente tenía cuatro alumnos.

Sus obras retomaron importancia para los críticos Feministas a finales del Siglo XX, siendo un parteaguas de reconocimiento para Frida Kahlo y sus múltiples obras.

• Las pinturas que creaba Kahlo reflejaban una mezcla de sentimientos bajo la corriente del realismo y surrealismo incorporando elementos tradicionales mexicanos como el folklore.

• La última de sus creaciones se trata de una pintura al óleo en la cual dibujó varios cortes de una sandía retomando colores vivos para firmar la obra bajo la leyenda “Viva la vida”.

El autorretrato es una de las obras y datos curiosos que la artista incorporó a lo largo de su vida. Frida Kahlo comenzó a autorretratarse en el año 1926, pintando un cuadro que daría inicio a su indagación personal.

Su gran amor por su esposo Diego Rivera fue plasmado en colores vivos como una forma de idolatría que despertó en Frida y se expresa en el retrato de 1931 titulado “Frida y Diego Rivera”.

Impulsada por Diego Rivera, Kahlo retrató los momentos más singulares de su vida pintando una escena de cómo ella veía su nacimiento. Esta obra fue elaborada en el año 1932 bajo el nombre “Mi nacimiento” como si se hubiera dado a luz a sí misma. En la escena aparece la madre con el rostro tapado por las sábanas, en alusión a su muerte.

En el año 1953 le tuvieron que amputar la pierna por debajo de la rodilla debido a una infección de gangrena, hecho que la sumergió en una gran depresión y constantes pensamientos suicidas.

Frida escribió explícitamente en su diario acerca de sus ideas suicidas describiendo las razones de ello y dejando en claro que lo único que la retenía era su gran amor por Diego Rivera.

El 13 de julio de 1954, Frida Kahlo murió en la alcaldía Coyoacán, en la Ciudad de México, a causa de una embolia pulmonar. El día de hoy, se recuerda su legado como todo un referente de la cultura mexicana que logró dejar huella en varias naciones y que su legado pasa de generación en generación.