Por los pasillos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se mueven diariamente cerca de 120 mil viajeros, pero en este momento el AICM enfrenta una de sus peores crisis de la historia.
El AICM es la terminal aérea más importante de México y la más transitada de toda Latinoamérica. Sin embargo, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México registra saturación de pasajeros y de equipaje, así como de demoras en cientos de aterrizajes y despegues.
Luis Salgado, un viajero, relata: “Nuestro vuelo según nosotros íbamos a salir a las 7 de la mañana, después nos dicen que a las 5 de la tarde”, y agrega que llegará a su lugar de destino en la noche, por lo que deberá cubrir gastos extras de hospedaje.
Los expertos señalan que los retrasos que se generan en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México repercuten en el resto de los aeropuertos del país y en los vuelos de regreso a la capital del país. David Padilla, especialista en Movilidad y Transporte Aéreo, explica una de las causas de los retrasos: “No le ayuda la configuración de las pistas, porque tienen muy poca separación, lo que imposibilita la realización de operaciones simultáneas”.
Otro de los problemas es que rebasa el límite de seguridad operativa, pues le es permitido trasladar a 32 millones de pasajeros al año. Fernando Gómez, especialista en Aeronáutica, indicó: “Tan solo el aeropuerto capitalino movilizó en 2019 a 51 millones de pasajeros, el año pasado se registran 36 millones”.
Por ello, en marzo de 2022 se emitió una resolución para declararlo saturado. Y no solo en los vuelos, sino en los servicios de las áreas públicas de las terminales 1 y 2. Al respecto, Leticia Pérez, una pasajera, comenta que “no hay lugares para sentarse para esperar, y el proceso son hasta 3 horas antes del vuelo”.
Los expertos declaran que también hay fallas en las calles de rodaje, deficiencias que hace poco más de un año le costaron a México la pérdida de la Categoría 1 en Seguridad Aérea, calificación que no ha recuperado. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) determinó que México no ha cumplido con estándares internacionales mínimos de seguridad en varias áreas, lo que ha limitado a aerolíneas mexicanas abrir nuevas rutas a Estados Unidos.
Así, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México trabaja a marchas forzadas entre sus limitaciones y una demanda cada vez mayor.