Los robos cometidos por farderos representan una grave amenaza para las industrias comerciales en México, generando pérdidas anuales que ascienden a 10 mil millones de pesos, según el Monitor de Seguridad de Coparmex.
Este fenómeno ha afectado especialmente a sectores como las tiendas de autoservicio, departamentales y tiendas de conveniencia, donde los robos se han vuelto cada vez más comunes y sofisticados.
¿Cómo operan los farderos?
Los farderos, personas que roban mercancía ocultándola entre su ropa, han cambiado de objetivos. En lugar de enfocarse en hurtar alimentos o comestibles, actualmente prefieren artículos de lujo y electrónicos para revender.
Luis Édgar Arellano, subdirector de una empresa de seguridad privada, afirmó a Fuerza Informativa Azteca (FIA) que entre 15 y 20 bandas operan en la zona oriente del Estado de México , conformadas por niños hasta adultos mayores y personas con discapacidad.
Las tiendas departamentales reportan entre 20 a 150 eventos delictivos al año, con una tasa de remisión ante las autoridades que no supera el 15%. Además, cuando son descubiertos, los farderos suelen atacar en grupo para evitar ser detenidos.
Recientemente, un incidente en un supermercado de la colonia Lorenzo Boturini , en la Ciudad de México (CDMX) resultó en agresiones a los guardias de seguridad.
¿En qué temporadas operan más los farderos?
Los robos por parte de farderos tienden a incrementarse durante temporadas como las fiestas de fin de año y El Buen Fin. Durante estas épocas, se estima que los robos pueden aumentar hasta un 50%, lo que representa un desafío significativo para las tiendas que buscan proteger su inventario mientras atienden a un mayor número de clientes.
¿Qué pasa si detienen a un fardero?
A pesar de la gravedad de lo que hacen los farderos, muchos casos no llegan a ser procesados judicialmente. La naturaleza del delito es considerada menor, lo que contribuye a una alta tasa de reincidencia.
En entrevista con FIA, Martha Vanessa Olaya Zendejas, asesora legal de empresas de seguridad privada, consideró que esto se debe a que pocos casos son llevados ante un juez y aquellos que son capturados frecuentemente regresan a las tiendas tras ser liberados.