La tragedia ocurrida este 10 de septiembre en el Puente de La Concordia en Iztapalapa, en la Ciudad de México donde explotó una pipa de gas LP, dejó 94 heridos, 8 muertos, varios vehículos calcinados y escenas que los testigos difícilmente podrán olvidar. Entre ellos, el policía segundo Sergio Ángel Soriano Buendía, quien narró los minutos de angustia en los que rescató a una niña de dos años y a su abuela, Alicia Matías, una mujer que se convirtió en símbolo de amor y sacrificio al usar su cuerpo como escudo para proteger a la pequeña.

El oficial, adscrito al paradero de Santa Martha, contó que tras escuchar la explosión corrió de inmediato hacia la zona de fuego. “Yo veía la llamarada de 20 o 30 metros. Gritaba a la gente que corriera, que se alejara, pero nadie respondía. Solo veía el fuego levantarse”, recordó.

Fue en ese momento cuando encontró a Alicia, completamente quemada, cargando entre sus brazos a su nieta. “No reconocí quién era, por el estado de las quemaduras… ella me dijo: ‘mi niña’. Ahí me di cuenta de que traía a la pequeña envuelta. Yo la tomé y traté de reanimarla porque no reaccionaba. Pensé que se me iba a morir en los brazos”, narró conmovido.

El rescate de la abuela y su nieta en Iztapalapa

Soriano relató que en medio del caos logró subir a la niña a una motocicleta conducida por su cuñado para trasladarla al hospital más cercano. “Yo iba atrás dándole palmadas, limpiándole la boca, tratando de que reaccionara. Cuando la entregué a los doctores. Ya después de esto, salgo corriendo y me voy por la abuelita. Ella ya venía, todavía podía caminar, ya no estaba muy consciente de sí misma, pero llegó”.

El uniformado describió la escena como una de las más duras de su vida: “He visto cosas feas, pero esto lo superó todo. Gente caminando mientras su piel se caía, como si fuera una película. No te preparan para ver eso”.

Alicia y su nieta: historias de lucha

La señora Alicia Matías, de 49 años, sufrió quemaduras de tercer grado en el 98% de su cuerpo. Su hermana, Sandra, declaró a FIA que el pronóstico médico es muy bajo: “Está grave, no hay manera de hacer injertos, pero tenemos fe en un milagro”.

La pequeña, de apenas dos años, fue trasladada al Centro Médico Siglo XXI, donde fue sometida a una cirugía en la unidad de quemados. Los médicos reportaron que se encuentra estable y con buen pronóstico, aunque tendrá un largo proceso de recuperación.

La imagen de Alicia sosteniendo a su nieta, con la ropa destrozada se viralizó en redes sociales, convirtiéndose en un símbolo de fortaleza materna.

Testimonio de un héroe que no se asume como tal tras la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa

Aunque vecinos y compañeros lo llaman héroe, el policía Sergio Ángel asegura que solo hizo lo que debía: “Yo me siento mal, siento que se pudo haber hecho más. Igual y las circunstancias humanas no nos permitieron lograrlo, es un mejor resultado, pero yo todavía me siento con el pesar. No era justo, no se lo merecían”.

Agradeció también el apoyo de la comunidad de Iztapalapa: “La gente de transporte, los vecinos, todos salieron a ayudar. Si logramos salvar algunas vidas fue también gracias a ellos”.

El dolor que marcó a Iztapalapa

El oficial concluyó que la experiencia lo dejó marcado para siempre. “Fue impactante, porque no te esperas que a unos metros de ti explote una pipa. Esas imágenes no se olvidan. Yo solo quisiera regresar el tiempo y haber podido sacarlas unos minutos antes”.

La explosión en el Puente de La Concordia no solo dejó destrucción material, sino también un dolor profundo en las familias afectadas. Entre ellas, la de Alicia Matías, quien con su sacrificio recordó a México entero que el amor de una abuela puede desafiar incluso a la muerte.