La violencia en Nuevo León escaló de nivel este miércoles. Cinco oficiales de la Fuerza Civil resultaron heridos tras caer en un presunto "campo minado" mientras realizaban labores de vigilancia.

Los hechos ocurrieron cuando la patrulla en la que viajaban recorría un camino de terracería en la comunidad Francisco I. Madero, en el municipio de Doctor Coss. De acuerdo con los reportes oficiales, la unidad hizo contacto con un artefacto explosivo improvisado enterrado en el camino, provocando la detonación inmediata.

Traslado aéreo de urgencia de los cinco oficiales

Tras el ataque, se activó un fuerte operativo de rescate. Dos helicópteros de Fuerza Civil arribaron a la zona para realizar la extracción urgente de los cinco uniformados lesionados.

Las aeronaves aterrizaron en Monterrey, cerca de la Avenida Benito Juárez y la calle Henry Dunant, en la colonia Del Prado. Ahí, elementos de la Policía de Monterrey, Protección Civil y personal del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) apoyaron en la recepción y coordinación para ingresarlos a un hospital privado de la zona.

Afortunadamente, se informó que las lesiones de los cinco elementos no ponen en riesgo su vida, aunque requirieron hospitalización para recibir atención especializada por traumatismos y esquirlas.

Sin embargo, la alerta es máxima: esta es la segunda explosión registrada este durante el miércoles en aparentes campos minados localizados en el estado, lo que confirma el uso de tácticas de guerra por parte del crimen organizado para frenar el avance de las autoridades en zonas rurales.

Coche bomba en Coahuayana, Michoacán

El pasado 6 de diciembre se registró un artefacto explosivo en un coche en Coahuayana, Michoacán, el cual dejó un saldo de seis muertos y al menos 12 heridos; sin embargo, no ha sido el único caso.

Lo ocurrido en Michoacán con el coche bomba y en Nuevo León con el campo minado no son hechos aislados, sino síntomas de una nueva fase de violencia criminal en 2025. Los cárteles han dejado de limitarse a los enfrentamientos armados tradicionales para adoptar tácticas de guerra irregular y narcoterrorismo.