El presidente electo Donald Trump está cumpliendo lo que prometió. Más de 100 órdenes ejecutivas que estará emitiendo apenas horas después de tomar posesión de la presidencia por segunda ocasión.
Trump ejercerá su autoridad ejecutiva desde el primer día para impulsar sus principales prioridades relacionadas con la frontera, la inmigración, el tráfico de drogas y los carteles que las trafican.
Esto ilustra la urgencia con la que Trump y su equipo planean lanzarse a una ambiciosa agenda de cambios profundos a Estados Unidos.
Stephen Miller, que con el nuevo gobierno de Trump regresa como Subdirector de Coordinación del gabinete presidencial, para la aplicación de las políticas en la presidencia, se pasó varias horas el domingo 19 de enero, reunido con los líderes republicanos de alto rango en el congreso a quienes les dio a conocer el contenido de las órdenes ejecutivas del presidente y los planes a ser implementados por esta nueva administración.
Entre ellos están el designar a varios carteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas extranjeras.
Se incluirá además en las órdenes ejecutivas una declaración de emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México. Está acción permitirá desviar algunos de los fondos dedicados ya al Departamento de Defensa, y con eso, habrá recursos de todo tipo de forma inmediata para cerrar la frontera de México a la inmigración indocumentada.
Estados Unidos en forma unilateral estará re-invocando los “Protocolos de Protección Migratoria”, conocidos como la política de “Remain in México”. En la práctica esto obligará a los ciudadanos de los países del mundo entero, a esperar en territorio mexicano a que sus peticiones de visas de entrada a Estados Unidos sean resueltas. Está espera puede resultar indefinida... y tardar años en resolverse para cada peticionante de visa o de asilo.
Se espera que las órdenes, que pasan por alto al Congreso, tengan “una gran influencia en la frontera” y se centren en deshacer las órdenes ejecutivas emitidas por el presidente Joe Biden, para la protección a los inmigrantes en el 2021.
Trump también ordenará que las tropas asignadas a la frontera con México ayuden a construir más infraestructura en la frontera; desde barreras de alambre de púas y navajas hasta instalaciones de detección de movimiento a lo largo de toda la frontera con México. Y claro, desde luego la continuación de la construcción del muro
Una última medida en cuánto a inmigración, permitirá a Trump restringir la entrada a Estados Unidos, de países que en criterio del gobierno en Washington, sean promotores y patrocinadores de terrorismo. Esto incluye a la mayoría de los países islámicos.
Además de las órdenes de inmigración centradas en la frontera, el nuevo gobierno de Trump ejecutará redadas de inmigración en varias ciudades importantes a partir del mismo lunes 20 de enero. Estas redadas incluirán deportaciones masivas de inmigrantes actualmente residiendo, sin papeles migratorios en Estados Unidos.
¿Qué ciudades tendrían la mayoría de deportados?
Por ahora, sin embargo, la mayoría de los deportados serán gente que ya está identificada por los Departamento de Inmigración y que ya tiene ordenes de deportación. La diferencia con el gobierno de Biden es esas órdenes de salida para mucha gente nunca fueron activadas.
Las ciudades que se espera que sean el objetivo inicial, incluyen a Miami, Chicago, Boston, Washington, D.C., Los Ángeles, Denver, Nueva York y San Antonio. La escala de las redadas y el número de ciudades que verán una mayor actividad de aplicación de la ley seguirá cambiando a medida que estas políticas sean implementadas.
Para los migrantes indocumentados en Estados Unidos esto representará una mayor vulnerabilidad, porque tendrán que regresar a México a enfrentar condiciones precarias de vida. Si el gobierno mexicano no atiende las necesidades de miles de personas, cada migrante que sea regresado correrá riesgos de sufrir violencia, explotación y falta de acceso a las necesidades básicas.
A partir de este 20 de enero los obstáculos para la representación legal en los procesos de asilo, serán más complejos que nunca, y estando en México y no en Estados Unidos hará que sea extremadamente difícil para los migrantes encontrar y comunicarse con abogados en los EE. UU.
Esta falta de representación legal reduce en gran medida sus posibilidades de éxito.
Aplicación CBP one fue descontinuada
La posibilidad de solicitar asilo en Estados Unidos a través de la aplicación “CBP one”, que permitía pedir asilo a través de internet terminó ya por Trump. La aplicación fue descontinuada y las citas que ya tenía la gente fueron canceladas.
Además hay que prevenir a mucha gente de que en México han surgido abogados sin escrúpulos que sin conocer el sistema migratorio estadounidense y sin tener ninguna representación en las cortes de Inmigración en Estados Unidos, están estafando a migrantes que, creyendo que ellos les resolverán el problema les están entregando miles de pesos y de dólares por servicios legales, que estos abogados, no están calificados para proporcionar.
El sacar a los peticionantes de territorio estadounidense crea barreras innecesarias a lo que en Estados Unidos se llama “Debido Proceso": que incluye asistir a audiencias judiciales en los EE. UU., bajo el amparo de las leyes migratorias.
Muchas de las órdenes de deportación que estará poniendo en práctica el nuevo gobierno de Trump se deben precisamente a que los inmigrantes sin conocer el sistema y el idioma faltan a las audiencias frente a jueces de inmigración que es algo que la ley estadounidense les concede. Esa falta de comparecencia ante las cortes migratorias es lo que resulta en órdenes de deportación automáticas.
Muchos de estos migrantes que serán deportados vienen sufriendo desde hace meses una angustia psicológica, resultado de la incertidumbre de lo que va a pasar con ellos y con sus familias, de si habrá nuevamente separaciones de padres e hijos y por si fuera poco, los tiempos de espera prolongados y las condiciones peligrosas en México provocan una angustia adicional y un trauma significativo, para gente cuya única falta es aspirar a una vida con menos carencias.
Apoyo a Donald Trump, ¿cuáles son las posturas?
La visión de quienes comparten las ideas de Trump en EE. UU, es muy distinta
Los que apoyan a Trump están convencidos de que existe una presión innecesaria sobre los recursos y los servicios a los inmigrantes.
Muchos estadounidenses suponen que más inmigrantes representan una carga para los tribunales y para el personal encargado de mantener orden en los sistemas de inmigración de los EE. UU.
Muchos presumen que los casos que involucran a migrantes en México requieren procedimientos y coordinación especiales, y consideran que sus propios antepasados también inmigrantes, no representaron ninguna carga para Estados Unidos a mediados del siglo 18 y del siglo 19.
Muchos estadounidenses reclaman que los inmigrantes de Latinoamérica sigan los procesos legales que sus antepasados siguieron cuando emigraron de Europa, para emigrar a Estados Unidos, sin darse cuenta de que esos métodos no existen y que no hay avenidas legales para que los naturales de América Latina soliciten entrada legal a Estados Unidos.
Lo único que existe es un manojo de leyes de reunificación familiar que están plagadas por retrasos burocráticos y que hacen que una visa de reunificación tarde 20 o hasta 25 años en resolverse.
Trump con estes políticas de separación familiar y de deportaciones masivas forzadas, está dañando otra vez, la reputación internacional de Estados Unidos.
Estas políticas represivas han sido ampliamente criticadas por organizaciones de derechos humanos y por organismos internacionales, que acusan a las políticas migratorias de Trump, de violar las leyes de asilo de los EE. UU. y las normas internacionales de protección de los refugiados.
Trump además en forma errónea les inculcó a sus seguidores la idea de que los inmigrantes y los traficantes de drogas son parte de la raíz de un mismo problema.
Está idea es obvia y evidentemente falsa. Los dos fenómenos tienen causas, soluciones y consecuencias muy distintas. Trump no podrá deportar a 11 millones de indocumentados, pero en 4 años si podría deportar a tres o cuatro millones de ellos. Las consecuencias de esas deportaciones se sentirán en las industrias que emplean a esos migrantes. En el pasado cuando los estados como Arizona, Florida, Alabama y otros han atacado a su base inmigrante la agricultura, la construcción y la industria de servicios lo han resentido. Esto sin duda volverá a ocurrir.
En cuanto a los carteles y la declaración de que son: “Organizaciones Terroristas Internacionales” será un experimento interesante. En Estados Unidos ha habido reducciones recientes de consumo de drogas. Lo que nunca se ha intentado seriamente como ahora, ha sido castigar, no solo a los narcos, sino a quienes les venden, les asisten y les sirven.
Trump se está echando una carga grande a la espalda. No hay más expectativas de los estadounidenses que todo lo que tenga que ver con Trump y sus ordenes ejecutivas, sobre inmigración y los carteles.