En el contexto actual, el acoso y hostigamiento sexual son temas de gran relevancia y preocupación. Sin embargo, es importante comprender las diferencias entre ambos términos para abordar adecuadamente estas problemáticas.
El acoso y el hostigamiento sexual son problemáticas que deben ser abordadas de manera clara y contundente. Comprender las diferencias entre ambos términos es fundamental para tomar medidas adecuadas y prevenir estas conductas inaceptables.
¿Qué es el acoso sexual?
El acoso sexual se refiere a una conducta no deseada de naturaleza sexual que tiene el propósito o el efecto de violar la dignidad de una persona y crear un entorno intimidante, hostil, degradante o humillante.
Esta conducta puede incluir comentarios, insinuaciones, gestos inapropiados, toques no deseados, solicitudes sexuales y otras formas de comportamiento sexual no consensuado.
¿Qué es hostigamiento sexual?
Se refiere a una conducta de naturaleza sexual que tiene el propósito o el efecto de violar la dignidad de una persona, creando directa o indirectamente un entorno intimidante, hostil, degradante o humillante para la víctima.
Esta conducta puede incluir comentarios, insinuaciones, gestos inapropiados, toques no deseados, solicitudes sexuales y otras formas de comportamiento sexual no consensuado.
¿Cuál es la diferencia entre acoso y hostigamiento sexual?
La diferencia quizá más visible entre el acoso y el hostigamiento sexual radica en el contexto en el que ocurren:
Mientras que el acoso sexual puede ocurrir en cualquier entorno, el hostigamiento sexual se da en el ámbito laboral o educativo. Además, él tiene un enfoque más específico en el impacto que tiene sobre la situación laboral o académica de la persona afectada, pues quien ejerce estas conductas tiene una posición jerárquica sobre sus subordinados o compañeros, es decir, emplea un abuso de poder.
Es fundamental tener claridad en la definición y distinción de estos términos para poder abordar adecuadamente estas problemáticas. La falta de claridad puede llevar a la minimización de los casos de acoso y hostigamiento sexual, lo que a su vez puede perpetuar un ambiente de impunidad y falta de responsabilidad.
Las consecuencias del acoso y hostigamiento sexual en el trabajo tienen profundos efectos negativos, no solo para la víctima –estrés, frustración, pérdida de autoestima, desinterés, ausentismo–, sino también para el resto del personal que debe desarrollar sus actividades en ambientes hostiles que afectan su desempeño; para las empresas o instituciones, significa decremento de sus niveles.
¿Dónde y cómo denunciar el acoso sexual?
Puedes denunciar ante las autoridades de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, recuerda que en cada agencia encontrarás un Módulo de las Abogadas de las Mujeres:
- Agencia Especializada en Delitos Sexuales 1: Amberes no. 54, Col. Juárez, Alc. Cuauhtémoc. Tel. 55 5207 5648
- Agencia Especializada en Delitos Sexuales 2: Av. Toluca y Av. México, Col. Progreso, Alc. Álvaro Obregón. Tel. 55 5200 9563 y 55 5200 9568
- Agencia Especializada en Delitos Sexuales 3: Francisco del Paso y Troncoso Esq. Fray Servando Teresa de Mier, Col. Balbuena, Alc. Venustiano Carranza Tel. 55 534 55830 y 55 5345 5832
- Agencia Especializada en Delitos Sexuales 4: A. 100 metros s/n, Col. Vallejo, Alc. Gustavo A. Madero. Tel. 55 5346 8043 Red: 8043 y 8042
- Agencia Especializada en Delitos Sexuales 5: Telecomunicaciones Esq. con Calle 3, Col. Tepalcates, Alc. Iztapalapa, Tel. 55 5345 5656, 55 5345 5658 y 55 5345 5657
- Agencia Especializada en Delitos Sexuales 6: General Gabriel Hernández No. 56, 1er. piso, Col. Doctores, Alc. Cuauhtémoc Tel. 55 5346 8116 Red: 8116 y 5136
Acciones para prevenir y abordar el acoso y el hostigamiento sexual
La prevención y el abordaje del acoso y el hostigamiento sexual requieren de acciones concretas. Algunas medidas que pueden implementarse incluyen la implementación de políticas claras y estrictas, la capacitación de empleados y estudiantes sobre estos temas, la promoción de una cultura de respeto y consentimiento, y la creación de canales seguros y confidenciales para denunciar y abordar estas conductas.
Es responsabilidad de todos, desde las organizaciones y las instituciones hasta los individuos, trabajar juntos para crear entornos seguros y respetuosos, donde el acoso y el hostigamiento sexual no tengan cabida. Solo a través de la acción y la conciencia colectiva podremos lograr un cambio significativo en la erradicación de estas problemáticas.
