El régimen del dictador Daniel Ortega en Nicaragua ha implementado reformas constitucionales que consolidan aún más su control absoluto sobre el país. ¿Qué implica para la democracia y la libertad en el país latinoamericano?
#DueleRespirar | Los dictadores hacen lo que sea para perpetuarse en el poder.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) January 9, 2025
Por ejemplo, en #Nicaragua Daniel Ortega cambió la Constitución para seguir gobernando junto con su familia.
Todo en medio de una persecución atroz contra los críticos y opositores al régimen.
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Cambios legales para perpetuar la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua
Entre las modificaciones realizadas el 20 de noviembre de 2024, destaca la creación del cargo de copresidente, que recae en su esposa, Rosario Murillo.
Esta figura otorga a Murillo el mismo poder que Ortega, garantizando la continuidad del régimen en caso de su fallecimiento. Además, el periodo presidencial se extendió a seis años, se estableció la reelección indefinida y se eliminó la separación de poderes.
El control familiar también se proyecta a largo plazo, ya que su hijo, Laureano Ortega Murillo, sería el sucesor designado para asumir el poder en el futuro.
Represión contra opositores y sociedad civil en Nicaragua
La consolidación del poder de Ortega ha venido acompañada de una feroz persecución contra opositores y críticos . Según un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) de septiembre de 2024, se han registrado aumentos en las detenciones arbitrarias, la intimidación de opositores y los ataques a pueblos originarios.
Entre las acciones más alarmantes del régimen destacan:
- Clausura de más de 5,000 organizaciones sin fines de lucro.
- Cierre de universidades y medios independientes.
- Detención de al menos 131 opositores.
- Arresto de 27 sacerdotes y seminaristas católicos.
- Despojo de la nacionalidad a presos políticos.
Ortega ha justificado estas acciones declarando: “Esos no son nicaragüenses, dejaron de ser nicaragüenses hace rato.”
Daniel Ortega ahora tiene control absoluto sobre los tres poderes del Estado
Con más de 100 artículos constitucionales modificados, el régimen ha eliminado cualquier vestigio de autonomía en los poderes legislativo, judicial y electoral. La creación de la Policía Voluntaria, bajo control directo del gobierno, refuerza el aparato represivo.
El caso de Nicaragua bajo el dictador Daniel Ortega evidencia una alarmante consolidación de poder, acompañada de una represión sistemática contra la sociedad civil. La comunidad internacional y los pocos opositores que aún levantan la voz enfrentan el desafío de buscar una solución para restaurar la democracia y los derechos humanos en el país.
