Un nuevo caso de miedo llegó hoy a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuando la Facultad de Ciencias fue desalojada tras recibir una amenaza de bomba.

Reportes indican que que tienen hasta las 20:00 horas para localizar y desactivar el artefacto, mientras se mantienen las medidas de seguridad y el perímetro cerrado.

¿En qué consiste el protocolo de la UNAM ante una amenaza de bomba? Así actúa la Universidad

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuenta con un protocolo específico para responder ante amenazas de bomba, cuyo objetivo principal es salvaguardar la integridad de la comunidad universitaria y reducir cualquier posible riesgo.

Cuando se recibe una alerta de este tipo, las autoridades universitarias activan de inmediato el procedimiento de seguridad, que contempla la evacuación ordenada de las instalaciones involucradas y la notificación a las instancias de seguridad pública y protección civil. Posteriormente, se realiza una inspección minuciosa en busca de objetos sospechosos, seguida por la verificación y desactivación del área hasta confirmar que no exista peligro.

Además, la UNAM mantiene comunicación constante con la comunidad, informando sobre el avance de la situación y ofreciendo indicaciones sobre las medidas preventivas. Este protocolo forma parte del sistema integral de gestión de riesgos de la institución, que combina acciones de prevención, respuesta y coordinación interinstitucional para garantizar entornos seguros en sus planteles.

La máxima casa de estudios subraya que la colaboración de estudiantes, docentes y trabajadores es fundamental para la eficacia de este protocolo y para reforzar la cultura de seguridad dentro de la universidad.

Prepa 7 también con amenazas de bomba

Estudiantes y personal de la Escuela Nacional Preparatoria número 7 fueron desalojados este jueves luego de que se localizara un mensaje con advertencias sobre la posible colocación de explosivos en el plantel.

El texto, escrito de manera confusa y con tachaduras, provenía de un grupo anónimo que aseguró estar “dispuesto a causar daño” y que, en tono amenazante, concluía con la frase: “nos vamos todos”.

Ante la alerta, las autoridades activaron los protocolos de seguridad y evacuaron de inmediato las instalaciones.