Inventando excusas: El eterno problema del desabasto de medicamentos en México

Durante más de siete años y medio, el problema del abasto de medicamentos en México ha sido un asunto marcado por promesas incumplidas, excusas y pretextos.

Por: Felipe Vera

Con información de: Agustín Rodríguez

Uno de los primeros compromisos que se asumieron al ocupar la silla presidencial fue resolver la crisis del sistema de salud, especialmente la grave problemática del desabasto de medicamentos.

Desde el primer día, la promesa fue clara: “Lo único que quiero es un poco de tiempo porque dejaron en ruinas el sistema de salud”. La expectativa generada fue enorme, con anuncios enfáticos como “Vamos a saturar los almacenes, vamos a llevar los medicamentos hasta los centros de salud más apartados”.

Promesas que nunca se concretaron

Sin embargo, ese anuncio inicial se fue diluyendo con el tiempo, y la estrategia pareció convertirse en un simple acto de “patear el bote despacito”.

En repetidas ocasiones, el gobierno aseguró haber resuelto el problema de abasto. “Ya puedo informar que tenemos medicamentos adquiridos para este año y 2024”, afirmaba con confianza, señalando que el problema era complejo, afectado por intereses y corrupción, pero que ya estaba siendo enfrentado.

Además, se invirtieron 15 mil millones de pesos en construir una megafarmacia, con la intención de acabar “de una vez por todas” con la falta de medicinas.

“Estoy contento porque logramos este propósito de que se tenga una farmacia grande, para que las medicinas puedan llegar hasta los pueblos más apartados de nuestro territorio”, declaró en su momento.

La realidad supera a la promesa

La realidad, sin embargo, fue mucho más dura. Hasta junio de 2024, esa megafarmacia, que costó una fortuna, apenas distribuía un promedio de seis medicinas por día, una cifra irrisoria ante la demanda nacional. Esto reflejaba una vez más la brecha entre las promesas y la efectividad real.

Cambio de administración, misma historia

Con la llegada de una nueva administración en Palacio Nacional, parecía que el problema podría finalmente resolverse. La nueva presidenta aseguró que en dos meses se resolvería el desabasto con una compra consolidada que comenzaba a distribuirse. En marzo, celebró que la mayoría de las medicinas ya estaban disponibles, y en abril prometió que el problema se resolvería por completo en ese mes y el siguiente.

No obstante, en junio, reconoció que aún persistían dificultades por problemas con licitaciones y la intervención de farmacéuticas, señalándolas como responsables de retrasos y complicaciones. “Tuvimos que suspender una licitación porque algunas empresas intentaron ‘pasarse de listas’”, admitió.

Siete años y medio de excusas, sin solución real

En conclusión, durante más de siete años y medio, el problema del abasto de medicamentos en México ha sido un asunto marcado por promesas incumplidas, excusas y pretextos. La corrupción, la burocracia y conflictos de intereses han perpetuado una situación que afecta directamente al ciudadano, quien es el gran perdedor en esta historia.

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