Con muestras de afecto y un ambiente solemne acompañado de música, los residentes de Tacámbaro, Michoacán, se congregaron para dar el último adiós a Salvador Batista, cariñosamente conocido por sus amigos como “Chavo”, y a Pastor Cortés, su inseparable compañero y escolta. Ambos fueron víctimas de un ataque mortal el jueves por la noche en el municipio.
El trágico suceso tuvo lugar a escasos metros del hogar del presidente municipal, Salvador Bastida, donde él y su equipo de seguridad fueron emboscados y atacados a balazos, resultando en la pérdida de sus vidas.
Un testigo relató la impactante escena, mencionando cómo, tras los disparos, notaron que la persona al volante del vehículo ya no se movía. La sorpresa fue aún mayor al darse cuenta de que se trataba de “Chavo”, ya que, según el testimonio, él nunca solía viajar en la parte trasera de la camioneta.
Michoacán en crisis: el asesinato de un edil y su escolta genera temor en la comunidad
Este lamentable hecho ha sumido a los habitantes de Tacámbaro en una profunda incertidumbre. La comunidad expresa su preocupación ante el avance de la inseguridad, que, según sus palabras, no solo ha invadido el municipio, sino que se ha extendido por todo Michoacán.
Los ciudadanos manifiestan un palpable temor por lo que pueda ocurrir en el futuro. "¿Qué viene ahora?”, se preguntan ante la falta de respuestas claras por parte de las autoridades.
Cinco alcaldes fallecidos durante actual administración
El homicidio de Salvador Bastida eleva a cinco el número de alcaldes que han perdido la vida durante la actual administración de Alfredo Ramírez Bedolla en Michoacán. Entre los casos anteriores se encuentran el de Enrique Velázquez, presidente municipal de Contepec, y César Arturo, de Aguililla.
Asimismo, en 2024 se registraron los asesinatos de Guillermo Torres, edil de Churumuco, y de Yolanda Sánchez, alcaldesa de Cotija. Estas tragedias, en conjunto, ponen de manifiesto una aparente deficiencia en la estrategia de seguridad implementada en la entidad.
