Las 22 reformas que se discuten en este periodo extraordinario del Congreso, bajo la bandera de la eficiencia administrativa y la seguridad nacional, abren la puerta a un modelo de vigilancia que recuerda inquietantemente a la distopía de 1984 de George Orwell.
El Gran Hermano no llegó con un solo golpe, sino con una estructura legal: con leyes para permitir el espionaje, la vigilancia militar y la concentración masiva de datos personales, todo esto, sin hacerlo desde las sombras, sino desde curules y a mano alzada.
Concluyen diputados debate sobre el dictamen que crea la Ley de Investigación e Inteligencia, bautizada como “ley espía”.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) June 26, 2025
En lo particular el dictamen fue aprobado por 324 votos a favor de Morena, PT y PVEN. Hubo 114 en contra del PAN, PRI y MCLa discusión solo de este tema duro… pic.twitter.com/A1lCEagLII
Las reformas con las que Morena busca vigilancia, espionaje y control
Pero vámonos por partes, ¿qué busca aprobar Morena? Entre varias leyes, hay principalmente tres en las que me basaré para este texto:
1. Ley de Guardia Nacional: Desde hace mucho tiempo se ha advertido sobre el peligro de legalizar la vigilancia de las comunicaciones por parte del Ejército sin control alguno. Entre las disposiciones más controvertidas, se encuentra la autorización para que la GN realice operativos encubiertos, intervenga llamadas e incluso pueda pedirle a las empresas de telefonía móvil información de usuarios.
La ambigüedad legal sobre el acceso a telecomunicaciones y geolocalización en tiempo real abre la puerta a una vigilancia sin controles judiciales claros.
2. Ley General de Población y CURP biométrica: El requerimiento de una CURP biométrica como llave universal para acceder a servicios refleja el mecanismo de control centralizado del Estado Orwelliano. En 1984, todo ciudadano estaba registrado, observado y clasificado, lo que eliminaba cualquier posibilidad de anonimato.
3. Ley de Investigación e Inteligencia: A primeras horas de este jueves se aprobó en la Cámara de Diputados la también conocida “Ley Espía”, que permitirá a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) obligar a dependencias del gobierno de todos los niveles y empresas a revelar datos personales, biométricos, bancarios, telefónicos y de propiedades, para integrarlos en una plataforma nacional, sin orden de un juez.
La creación de una plataforma única para todos los trámites, basada en la CURP biométrica, representa una concentración de datos personales y hábitos individuales en manos del gobierno. Orwell describía un sistema en el que no solo se sabía dónde estaban los ciudadanos, sino qué hacían y tras la aprobación de esta ley, ¡se abre la posibilidad de rastrear incluso nuestras compras en línea!
Con estas iniciativas, más que modernizar al gobierno, realmente se está construyendo un sistema de control masivo que no garantiza ni privacidad, ni rendición de cuentas. Desde Palacio Nacional se afirmó que no será usada con fines políticos porque solo se usaría con alguien “sospechoso”, bueno fuera que solo se vigile a los corruptos o criminales, pero, ¿quién va a decidir quién es ese sospechoso? Exacto, el gobierno, sin ningún tipo de contrapeso. Por lo que esto se podrá utilizar en contra de activistas, opositores y básicamente cualquier comunicador o ciudadano que esté en contra de su movimiento.
De esta manera, Morena está disfrazando de eficiencia, digitalización y seguridad el control absoluto. El régimen aprendió bien que, como en 1984, el control no necesita ser secreto: basta con que sea legal. Así que si sientes que alguien te está observando... ¡No temas, es simplemente el gobierno!
