Con la llegada de la época del clima frío a México en 2024, muchos conductores comienzan a prepararse para enfrentar las inclemencias del invierno. Las bajas temperaturas, la lluvia y, en algunas regiones, la nieve, pueden afectar el rendimiento de nuestros vehículos de maneras inesperadas, por lo que es un momento crucial para empezar a prestar atención a los detalles del mantenimiento automotriz, ya que las condiciones climáticas pueden provocar fallas en el automóvil que comprometan tanto la seguridad como la comodidad al conducir.
Durante esta temporada, es común que las unidades vehiculares enfrenten una serie de desafíos que pueden llevar a averías si no se les brinda el cuidado adecuado. Desde problemas con la batería, hasta dificultades en el sistema de calefacción, cada uno de estos inconvenientes puede surgir debido a las condiciones climáticas adversas.
A continuación, te presentamos las principales fallas que pueden ocurrir en un automóvil durante el invierno y algunas recomendaciones para prevenirlas.
El arranque de un autmóvil puede estar en riesgo, pues el frío afecta a las baterías
Las baterías de los automóviles son especialmente vulnerables al frío. A temperaturas bajo cero, pueden perder hasta un 60 por ciento de su capacidad, lo que dificulta el arranque del motor; no obstante, no es necesario llegar a temperaturas extremas para que se presenten problemas; incluso en climas moderados, las dificultades para el arranque pueden comenzar a notarse.
Esto se debe a que el frío afecta el proceso químico interno de la batería, ralentizando las reacciones que generan la energía necesaria para arrancar el motor, por cada grado que disminuye la temperatura, la capacidad de la batería puede reducirse significativamente.
Además, durante el invierno, el motor y el aceite del vehículo requieren un esfuerzo mayor para arrancar porque el aceite se vuelve más viscoso en climas fríos, esto significa que la batería debe trabajar más para proporcionar la potencia necesaria, lo que puede resultar en un desgaste acelerado si ya está envejecida o deteriorada.
Es recomendable revisar la batería antes de que lleguen las heladas y considerar su reemplazo si tiene más de tres años. Mantenerla limpia y asegurarse de que las conexiones estén firmes puede ayudar a prolongar su vida útil.
La afectación por el frío en el arranque, no sólo es en las baterías
Los motores pueden tener problemas para arrancar en climas fríos debido a la dificultad en la vaporización del combustible. En motores de gasolina, esto puede resultar en un exceso de combustible sin quemar, lo que afecta a las bujías. Para evitar esto, es aconsejable hacer funcionar el motor a ralentí (revoluciones mínimas por minuto) durante unos minutos antes de conducir.
El clima frío o extremo puede afectar al líquido refrigerante
El líquido refrigerante es crucial para el funcionamiento del motor, especialmente en climas fríos. Si la mezcla de anticongelante no es adecuada, puede congelarse, causando daños graves al motor y al radiador.
El agua se congela a 0 grados Celsius, y si la proporción de anticongelante es insuficiente, el líquido puede solidificarse, lo que resulta en una obstrucción en el sistema de refrigeración. Este problema es particularmente grave porque el agua se expande al congelarse, lo que puede agrietar componentes críticos del motor, como el bloque y las culatas.
Ante esta situación se recomienda verificar la mezcla de anticongelante antes del invierno y asegurarse de que esté en condiciones óptimas.
Los neumáticos pueden desinflarse o dañarse ante los cambios climáticos extremos
Las bajas temperaturas pueden causar que el aire en los neumáticos se contraiga, lo que resulta en una presión inadecuada. Esto afecta la tracción y la seguridad al conducir.
Se aconseja revisar la presión de los neumáticos regularmente y considerar el uso de neumáticos diseñados para invierno si se vive en áreas con nieve o hielo.
El frío, un rival ‘natural’ de la calefacción
Un sistema de calefacción que no funciona correctamente puede ser incómodo y peligroso. Esto puede deberse a un bajo nivel de refrigerante o a un termostato defectuoso, es esencial realizar un mantenimiento regular del sistema de calefacción para garantizar que funcione adecuadamente cuando más se necesita.