La experiencia de Tnia, una sobreviviente de un intento de feminicidio y agresión sexual en San Cristóbal de las Casas en 2016, pone de manifiesto una problemática alarmante: la impunidad y la invisibilidad de la violencia contra las mujeres.

Sobreviviente de feminicidio, denuncia la impunidad en Chiapas y la invisibilidad de la violencia contra mujeres

A pesar de haber presentado una denuncia, Tania relata que en ese momento, en Chiapas, un crimen como el abigeato era considerado más grave que el ataque del que fue víctima. Su caso nunca fue divulgado, una situación que, según ella, es común en la región.

Feminicidio vs Homicidio

Chiapas ocupa el noveno lugar en feminicidios, pero cifras oficiales no reflejan la realidad

Las estadísticas oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que Chiapas se encuentra en el noveno lugar a nivel nacional en feminicidios, con 13 casos registrados hasta el 31 de mayo de 2025. Sin embargo, diversas asociaciones y colectivos de mujeres argumentan que estas cifras podrían no reflejar la realidad. Según sus observaciones, muchos de estos crímenes no se denuncian y, en los casos en que sí se hace, las carpetas de investigación terminan archivadas.

La pandemia de COVID-19, de acuerdo con testimonios de mujeres organizadas, provocó un aumento significativo en las cifras de violencia sexual y feminicidios en Chiapas.

Feminicidios “invisibles": Acusan que el Estado ocultó cifras reales

Las activistas señalan que el Estado optó por no hacer públicas estas cifras, lo que ha llevado a que la violencia contra las mujeres se convierta en un fenómeno de “feminicidios invisibles”. Estos crímenes existen, pero no se registran como tal, se disfrazan como suicidios, asaltos u homicidios para mantener las cifras oficiales bajas.

Un ejemplo de esta situación, mencionado por las propias activistas, es el caso de una profesora que supuestamente se ahorcó en un puente. A pesar de que las particularidades de la escena sugerían que se había defendido, las autoridades catalogaron el hecho como un suicidio.

Por esta razón, las mujeres se han organizado para acompañar a los familiares de las víctimas y presionar por el esclarecimiento de estos casos. Su objetivo es reabrir las carpetas de investigación que han sido archivadas y mostrar que no se puede ignorar esta realidad.

A pesar de sentirse inseguras, olvidadas y violentadas por las autoridades, estas mujeres están decididas a seguir luchando por la justicia y la visibilidad de estos crímenes. Su persistencia es una respuesta directa a la necesidad de no tapar el sol con un dedo.