“No hay condena sin dolor” La dura realidad de México, el país de los desaparecidos
El centro de adiestramiento en Jalisco reveló parte de la crisis de desapariciones en México, donde las cifras parecen pasar desapercibidas por autoridades.
En México, cada fotografía de una persona desaparecida es una historia rota, una familia destrozada, una herida abierta que no termina de sanar, siendo Teuchitlán, un pequeño municipio de Jalisco, la punta del iceberg.
El caso de los desaparecidos no es un simple número en una estadística oficial, sino una lucha constante, una búsqueda desesperada, y sobre todo, una exigencia de justicia que sigue sin respuesta.
Del número al dolor: Cifras de desaparecidos en México
Datos oficiales revelan que México tiene 125 mil 581 personas desaparecidas y no localizadas, un número que representa una vergüenza nacional que data desde 1952 hasta el 24 de marzo de 2025, pero no son solo cifras frías; son rostros, son familias, son historias de sufrimiento, de desesperación.
Entre los estados con mayor número de desaparecidos, Jalisco lidera la lista con 15 mil, 44 personas desaparecidas, seguido del Estado de México con 13 mil, 755, Tamaulipas con 13 mil, 352, Veracruz con 7 mil, y Nuevo León con 6 mil, 873.
Sin embargo, estos números no son exclusivos de estos estados, ya que la tragedia se extiende por todo el país. Cada lugar tiene su propia historia de dolor, y cada rincón de México guarda más cuerpos que verdades.
Una cruda realidad...#Teuchitlán es solo un caso. En México hay 125 mil 581 personas desaparecidas.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) March 25, 2025
Cifras oficiales, que no reflejan solo un ejercicio de #transparencia, sino ponen en evidencia una vergüenza.
Una nota de @salvador_maceda en #Hechos pic.twitter.com/wMpHL5C2ca
¡Hasta encontrarles! La resistencia de las madres y padres buscadores
Madres y padres buscadores relataron para Fuerza Informativa Azteca (FIA) el dolor de buscar a sus hijos en fosas clandestinas: “Esto no se lo deseo a nadie, no quiero que nadie pase por lo que nosotros hemos pasado buscando a nuestros familiares”.
Por un lado, autoridades parecieran dar discursos vacíos, equivalentes a promesas rotas. Mientras tanto, las madres y padres buscadores, con sus propias manos, rasgan la tierra en busca de la verdad, haciendo lo que el Estado debería hacer y prevenir.
A pesar de la indiferencia gubernamental, estas mujeres y hombres continúan su lucha por justicia, sin descanso.
“Hagan bien su trabajo que no solamente cumplan con un horario, que hagan su trabajo tanto en el escritorio” relató uno de los padres buscadores.
