El fentanilo se ha convertido en una crisis de salud pública en Estados Unidos, con más de 100,000 muertes anuales relacionadas con su consumo. Sin embargo, en lugar de atacar el problema de raíz y enfocarse en concientizar a su población, el gobierno de Donald Trump ha decidido abordar el problema señalando China e imponiendo aranceles.
A partir del 2 de abril de 2025, la administración estadounidense aplicará nuevos aranceles del 20% a los productos chinos, argumentando que el país asiático es uno de los principales responsables del tráfico de esta droga. China ha rechazado las acusaciones, calificando la medida como una estrategia comercial disfrazada de lucha antidrogas.
Fentanilo en EU: Una crisis interna fuera de control
El fentanilo es una droga sintética hasta 50 veces más potente que la heroína, responsable de una epidemia sin precedentes en Estados Unidos. Su impacto es visible en las calles, donde miles de personas han caído en la adicción, generando imágenes de barrios enteros de “muertos vivientes”.
El problema ha alcanzado tal magnitud que el propio Trump reconoció:
“El daño ya está hecho. Hemos perdido millones de personas debido al fentanilo. Proviene principalmente de China, pero también llega a través de México o Canadá...”
Sin embargo, lo que la administración estadounidense no menciona es que el consumo masivo de opioides es un problema interno que ha sido alimentado por décadas de prescripción descontrolada y falta de regulación.
Aranceles como respuesta al fentanilo: ¿Una medida justificada?
Como parte de su estrategia, Trump ha decidido imponer aranceles del 20% a las importaciones chinas, asegurando que es una forma de presionar a Beijing para que detenga la producción y distribución de precursores químicos utilizados para fabricar fentanilo.
Desde China, la respuesta no se hizo esperar. Wang Yi, ministro de Asuntos Exteriores, declaró:
“El abuso del fentanilo en Estados Unidos es un problema que el país debe afrontar y resolver por sí solo. China ha brindado diversas formas de asistencia por razones humanitarias, pero no aceptaremos sanciones injustificadas.”
El Ministerio de Comercio de China también señaló que el fentanilo es solo un pretexto para justificar nuevas barreras comerciales, afectando la economía global y desestabilizando el comercio entre Asia y América del Norte.
México y Canadá en la disputa: Entre acusaciones y sanciones
El tráfico de fentanilo no solo ha generado tensiones entre China y Estados Unidos, sino que también ha puesto a México y Canadá en la mira de Washington. Trump ha señalado que los químicos llegan desde China y son procesados en laboratorios clandestinos en México, lo que ha llevado a un endurecimiento de las políticas fronterizas y comerciales.
Sin embargo, la realidad es más compleja:
- El problema del consumo es interno en Estados Unidos, donde la demanda sigue creciendo.
- Las sanciones económicas no atacan el origen del problema, que es la distribución dentro del propio país.
- Los controles en China y México han aumentado, pero el flujo de opioides sigue sin disminuir en EE. UU.
El verdadero objetivo de los aranceles parece estar más alineado con la agenda proteccionista de Trump, que con una solución efectiva para la crisis del fentanilo.