Se desata el conflicto México-Ecuador: ¿Qué pasó y por qué AMLO rompió relaciones diplomáticas?

Durante la noche del viernes 5 de abril se volvió oficial el conflicto de México-Ecuador, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cortara las relaciones diplomáticas con el país sudamericano, a raíz de la invasión a la embajada mexicana en Quito, para cumplimentar la captura del exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas.

Para miles de personas, la tensa relación entre las dos naciones cayó como sorpresa y, todavía más, que se confirmara la ruptura diplomática desde Palacio Nacional, por lo que a continuación te decimos qué pasó entre México y Ecuador para que el conflicto escalara a estas dimensiones y qué significa la entrada a la fuerza de la policía ecuatoriana en la embajada de México.

Todo comenzó en la conferencia mañanera de AMLO del pasado jueves 4 de abril, cuando AMLO decidió opinar sobre las pasadas elecciones en Ecuador, primero al exponer el asesinato de Fernando Villavicencio y sugerir que estaba “todo armado”, pues la puntera, Luisa González, terminó por perder las elecciones contra Daniel Noboa.

“Entonces, un candidato que habla mal de la candidata que va a arriba, de repente es asesinado, y la candidata que iba arriba se cae, y el candidato que iba en segundo sube”, mencionó AMLO, para argumentar que habían creado “un ambiente enrarecido de violencia, al grado que los candidatos, y esto lo difunden todos los medios, van con chalecos a los debates. Pero todo armado. Pues no ganó la candidata y lo más lamentable es que continúa la violencia, que utilizaron nada más el momento”, sentenció.

Tras esta declaración del titular del Ejecutivo Federal, el gobierno de Ecuador, encabezado por Daniel Noboa, respondió con una sanción directa hacia la embajadora de México en su país, Raquel Serur, a quien declararon como persona non grata para expulsarla del país. Incluso, oficiales de policía ecuatorianos rodearon la embajada y tensaron más la situación.

Esto provocó que AMLO respondiera el viernes 5 de abril en su conferencia matutina, al ordenar el rescate de la embajadora con el envío de un avión de las Fuerzas Armadas de México. “Vamos a ir a buscar a Raquel Serur (...) le dieron 72 horas para que abandonara ecuador, hoy va a salir un avión a traerla”, aseguró el presidente mexicano.

A pesar de esta situación, en el momento el mandatario aseguró que no rompería relaciones diplomáticas con Ecuador pese a la expulsión de la embajadora; sin embargo, el problema iba más allá del cruce de declaraciones, pues en la misma embajada se encontraba el exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, investigado por las autoridades de su país.

Desde el pasado 17 de diciembre, Jorge Glas ingresó a la embajada de México en Ecuador para evitar volver a prisión por dos sentencias por corrupción y otro proceso que investiga la Fiscalía de Ecuador en este momento. Glas había solicitado asilo político y el Gobierno de México estaba resguardando al exvicepresidente, a pesar de haber sido declarado culpable por asociación ilícita y cohecho, además de sus acusaciones por corrupción y desvío de fondos millonarios.

México ya se había negado a entregar a Ecuador a Jorge Glas, pues estaban investigando si se trataba de una persecución política. La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, aseguró en su momento que el asilo político “no se lo hemos otorgado, pero tampoco se lo hemos negado”.

“Nosotros consideramos sagrado el derecho de asilo (...) Se están haciendo los trámites, ellos buscaban entrar a la embajada y que les entregáramos al vicepresidente. Es una cuestión de principios”, mencionó AMLO en conferencia de prensa, sin saber que la respuesta de Ecuador sería radical.

Durante la noche del viernes 5 de abril, autos blindados, agentes enmascarados y policías armados ingresaron a la embajada de México localizada en Quito para someter y capturar al exvicepresidente, Jorge Glas, en un acto que el Gobierno Mexicano catalogó como “una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”.

Tras reprobar los actos, Andrés Manuel López Obrador rompió las relaciones diplomáticas con Ecuador de manera oficial y, en palabras de Alicia Bárcena, se confirmó que el personal diplomático de México en Ecuador abandonará ese país de inmediato. Además, adelantó que recurrirán a la Corte Internacional de Justicia para denunciar las violaciones al Derecho Internacional.