Los 132 cardenales de todo el mundo que viajaron al Vaticano para estar en el cónclave, que dará como resultado la elección de un nuevo Papa que dirija los destinos de la iglesia Católica. Este proceso iniciará el 7 de mayo de 2025, tras el fallecimiento del papa Francisco.
Los cardenales deberán votar por un nuevo Santo Padre, para lo cual celebrarán votaciones y el cardenal con al menos dos tercios de los votos será el elegido. Para ello estarán enclaustrados en la Casa Santa Marta y votarán en la Capilla Sixtina. Sin embargo, ¿sólo realizan una votación?
¿Dónde duermen los cardenales durante el cónclave?
Los cardenales duermen en la Casa Santa Marta. Tras comer el desayuno, subirán a autobuses fuertemente resguardados que los llevarán a la Capilla Sixtina, donde los cardenales emitirán sus votos en dos y hasta en cuatro ocasiones al día.
Durante las sesiones de votación, los cardenales vestirán sus atuendos ceremoniales completos: sotanas rojas, sobrepellices blancas (un ropaje similar a una bata) y zucchettos rojos (los gorros que llevan en la cabeza).
Tras el conteo de las papeletas, los boletos serán quemados en hornos y uno de dos colores de humo saldrán de una chimenea: negro si no han alcanzado las dos terceras partes para elegir a un nuevo Papa o blanco si han elegido a un nuevo pontífice.
Cuando finalmente elijan a un Papa, los cardenales romperán con su rutina. Se elevará la fumata blanca, repicarán las campanas de San Pedro y el nuevo pontífice saldrá para saludar a los fieles. Hasta entonces, el proceso seguirá un ritmo estricto, de solemne ceremonia y silenciosa deliberación.
¿Qué hacen tras el cónclave?
Tras la emisión de los votos del cónclave, los cardenales regresarán a Santa Marta para almorzar, descansar y conversar informalmente. Por la tarde, repetirán el proceso: se pondrán sus hábitos formales, subirán al autobús y se dirigirán de nuevo a la capilla para una segunda votación.
La vida en Santa Marta será más relajada, ya que ahí los cardenales podrán usar ropas clericales menos formales, como sotanas más sencillas y podrán caminar de forma libre por la residencia. También podrán hablar en pasillos y salones y a menudo forman grupos para hablar sobre los candidatos, explica Phillip Pullella, excorresponsal del Vaticano, a la agencia de noticias Reuters.