La sangre volvió a manchar la política mexicana. En un país donde ser alcalde parece haberse convertido en una profesión de alto riesgo, Carlos Manzo Rodríguez, presidente municipal de Uruapan, Michoacán, fue asesinado la noche del 1 de noviembre mientras participaba en los festejos del Día de Muertos.

El crimen ocurrió a plena vista de la ciudadanía, en el corazón de la plaza principal, donde minutos antes el ambiente era de música, tradición y convivencia familiar, ante este incidente, surge la pregunta ¿cómo se ocupará el cargo de presidente municipal en Uruapan?

¿Quién ocupará el cargo de presidente municipal de Uruapan?

Tras el ataque, el Ayuntamiento enfrenta una transición urgente. De acuerdo con la Ley Orgánica Municipal del Estado de Michoacán, ante la ausencia definitiva del presidente municipal, la Síndico, actualmente Hilda Flor del Campo Maldonado Medina, asumirá de forma provisional la Presidencia.

El Congreso del Estado deberá designar, en un plazo máximo de 30 días naturales, a quien sustituya oficialmente a Manzo, respetando el género y la vía por la que fue electo. En este caso, el sucesor deberá ser también independiente y cumplir con los requisitos constitucionales:

  • Ser ciudadano michoacano
  • Mayor de 21 años
  • Vivir en el municipio por al menos 2 años

Desde alcaldes hasta síndicos: Las víctimas que ha dejado Uruapan

El asesinato de Manzo no es un hecho aislado. En los últimos años, Michoacán se ha convertido en una de las entidades más peligrosas para ejercer un cargo público. Alcaldes, regidores y síndicos han sido víctimas de atentados que, en muchos casos, quedan impunes.

La ejecución del alcalde de Uruapan exhibe la crisis de seguridad y gobernabilidad que atraviesan decenas de municipios. Mientras las autoridades prometen investigaciones, la ciudadanía vive con miedo y los funcionarios locales enfrentan la realidad de gobernar entre amenazas, silencios forzados y balas.

En Uruapan, los altares siguen encendidos, pero esta vez no solo por los muertos del pasado, sino por un alcalde que se atrevió a desafiar el poder del crimen y pagó con su vida.