El cometa 3I/ATLAS se ha convertido en el cuerpo celeste que más interés y especulación ha generado entre el público y la comunidad científica durante el mes de octubre. Su trayectoria y sus singulares atributos han provocado que las agencias espaciales enfoquen su atención, lo que ha conducido a la puesta en marcha de un plan de acción para la seguridad planetaria.
¡DESAFÍA LA FÍSICA! Cometa interestelar 3I/ATLAS emite un misterioso chorro de gas HACIA el Sol ☄️🔭 https://t.co/ZjVwHI7tVj pic.twitter.com/PoyzS8sSCq
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 18, 2025
Cometa 3I/ATLAS: ¿una nave espacial disfrazada? Así lo cree un astrofísico de Harvard
La agencia espacial estadounidense ha activado su protocolo de Protección Planetaria, una medida que busca vigilar y evaluar cuerpos celestes que se aproximan a la Tierra y que podrían implicar algún tipo de riesgo. Esta iniciativa forma parte de las actividades de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es coordinar la observación global de objetos, recopilar datos sobre sus recorridos y características, y así mejorar la exactitud del seguimiento.
Keep an eye on the night sky in October—you might catch a falling star!
— NASA (@NASA) September 30, 2025
The Orionid meteor shower reaches its peak on the night of Oct. 21-22, and the Draconids will also be visible earlier in the month. Check out what else to watch out for: pic.twitter.com/JlRSzHUlbA
La preocupación y la curiosidad en torno al 3I/ATLAS radican en que su origen es interestelar, lo que significa que procede de fuera de nuestro Sistema Solar. Esta procedencia lo convierte en un fenómeno inusual y ha suscitado interrogantes sobre su verdadera naturaleza.
Uno de los académicos más prominentes en esta área, el astrofísico Avi Loeb, profesor de la Universidad de Harvard, ha manifestado que el cometa podría no ser un cuerpo natural. Su hipótesis sugiere que podría tratarse de una nave espacial con tecnología avanzada, una afirmación que ha intensificado el debate científico.
Se activa el protocolo de “Protección Planetaria” ante la trayectoria del cometa
Diversas anomalías han capturado la atención de los expertos, manteniendo el escrutinio público. Entre estas se encuentra un brillo delantero poco común, una trayectoria extremadamente precisa y una luminiscencia tan intensa que se ha comparado con la de una fuente compacta de energía nuclear. A pesar de que el objeto celeste alcanzará su punto más cercano al Sol (perihelio) el próximo 29 de octubre, estas características anómalas han mantenido el foco de atención.
#AstronoFIA | El cometa interestelar 3I/ATLAS, el mayor de su tipo hasta la fecha, se acerca al #Sol y emite un resplandor verde inusual.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 2, 2025
Este fenómeno está previsto para octubre.https://t.co/h6fVnDL8iz pic.twitter.com/Bqg9OyuxBF
Ante este panorama, la Red Internacional de Alerta de Asteroides ha sido puesta en funcionamiento con el propósito de organizar una campaña masiva de observación del cometa. El objetivo es que la comunidad científica pueda reunir mediciones exactas de su posición y atributos durante un período determinado. Esta movilización se hizo pública a través de un boletín electrónico del Minor Planet Center de Harvard, MPEC 2025-U142, que detalla los objetivos y el calendario de la campaña.
La Red Internacional de Alerta de Asteroides organiza campaña de observación coordinada
La función principal de esta red es facilitar la coordinación global, lo que asegura que los astrónomos de todo el mundo sigan protocolos unificados para registrar las trayectorias y mejorar la medición astronómica de estos objetos en campañas específicas.
Es importante señalar que, hasta el momento, no existe un anuncio oficial que indique un peligro real de colisión del 3I/ATLAS con la Tierra. Los especialistas realizarán análisis adicionales para comprender mejor su comportamiento. La observación de los cometas es inherentemente compleja debido a su cola, que puede dificultar la recolección de datos. Por esta razón, se llevará a cabo una vigilancia exhaustiva entre finales de noviembre de 2025 y finales de enero de 2026 para garantizar la máxima precisión en el estudio.