En México, la extorsión es un delito que crece sin freno y que, en silencio, está asfixiando a miles de negocios. Así es la dura realidad que enfrentan los pequeños empresarios en nuestro país. Esto es lo que nos presenta Javier Alatorre en Hechos Noche.
En 2024, los comercios formales perdieron 25 mil 964 millones de pesos por #extorsión, el doble que en 2023, según @Coparmex
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) March 20, 2025
La mayoría de estos delitos ocurren por llamadas telefónicas, mientras las #víctimas temen denunciar por represalias.
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Pérdidas millonarias para empresarios por extorsión
Según datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), en 2024 las pérdidas por este delito alcanzaron los 25 mil 964 millones de pesos, el doble que en 2023. Esto equivale a 71 millones de pesos al día que van a parar a manos de criminales.
Lo más preocupante es que la mayoría de los casos no llegan a denunciarse. Jorge Peñuñuri, presidente de la Comisión de Seguridad de Coparmex, advierte que la cifra negra de la extorsión alcanza el 96%.
“Son delitos que no se denuncian por temor a represalias y porque las autoridades no generan confianza ni certidumbre jurídica”, explicó.
¿Por qué las víctimas de extorsión no denuncian?
Las víctimas viven bajo amenaza constante, pues, si se niegan a pagar, arriesgan sus vidas y la de sus familias. Además, los criminales no dudan en quemar negocios o disparar contra ellos como castigo. Por ello, muchos comerciantes prefieren callar y seguir pagando.
La forma más común de extorsión es a través de llamadas telefónicas. Las amenazas llegan todos los días, y el miedo obliga a los negocios a modificar sus rutinas.
Es así que ahora cierran más temprano, instalan cámaras de circuito cerrado y establecen redes de comunicación con otros comerciantes de la zona para protegerse mutuamente.
En este sentido, la Coparmex, que elabora un monitoreo de seguridad cada trimestre, insiste en la necesidad de que las autoridades fortalezcan la confianza ciudadana.
Mientras tanto, los negocios en México siguen trabajando no solo para subsistir, sino también para alimentar un sistema criminal que crece a costa del miedo y la impunidad.