A veces, al intentar realizar algún ejercicio, las personas pueden presentar calambres musculares , que son una tensión repentina e inesperada de dos o más músculos, de acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Sin embargo, también existen sugerencias para evitar estas molestias, entre ellas comer plátano, aunque ¿esto realmente representa una ayuda? Aquí la opinión de los expertos.
¿Por qué se producen los calambres musculares?
Esta tensión de los músculos suelen ocurrir cuando el cuerpo es sometido a ejercicios y esfuerzos fuertes, como al cargar algo pesado. Esto pasa cuando las personas pierden líquidos corporales a través del sudor o por mantener una postura determinada por mucho tiempo, afirma la Clínica Mayo.
Un calambre muscular también puede ocurrir cuando hay mucho ácido láctico en un músculo, lo cual causa irritación y sucede por no descansar adecuadamente después del ejercicio, además por la falta de hidratación adecuada, destaca Madhuri Kale, terapeuta físico del Hospital femenino de Brigham, afiliado a la Universidad de Harvard.
¿Qué vitamina es buena para evitar los calambres?
Los calambres musculares pueden ocurrir por falta de potasio o magnesio en la dieta, de acuerdo con la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, por lo cual incrementar estos nutrientes en la alimentación puede ayudar a reducir este padecimiento.
La misma institución estadounidense reconoce que los plátanos son una excelente fuente de potasio, un mineral y electrolito que lleva una pequeña carga eléctrica a través del cuerpo, que causa que las células nerviosas envíen señales al corazón para latir de forma regular y se contraigan los músculos.
Consejos de la Universidad de Harvard para evitar los calambres
Algunos consejos de los expertos de la Universidad de Harvard para evitar los calambres musculares son:
- Mantenerse hidratados durante el día.
- Comer alimentos ricos en magnesio y potasio, como hojas verdes, plátanos y frijoles negros.
- Usar calcetas calientes si hay calambres nocturnos en las piernas
- Mantener músculos fuertes y flexibles a través de ejercicios regulares.
Kale apunta que, aunque los calambres puedan ser muy dolorosos, no son señales de enfermedades serias. Lo mejor después de sufrir uno es estirar el músculo y regresar a las actividades cuando desaparezca el dolor.