El malestar en la comunidad científica de México sigue creciendo. Investigadores, contratistas y estudiantes de posgrado denuncian corrupción, falta de transparencia, hostigamiento y pérdida de apoyos económicos, luego de la transformación del antiguo Conacyt en el actual Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
Uno de los casos más visibles es el de Juan Manuel Renero, contratista del organismo, quien todos los días protesta frente a la Secretaría de Ciencia y Tecnología: “me han estado hostigando, me han estado reprimiendo”, revela, mientras exige que le devuelvan la documentación de su proyecto, que, según afirma, le fue retirada por la fuerza.
¿Qué detonó la ruptura entre Conahcyt y la comunidad científica?
El punto de quiebre ocurrió desde 2023, cuando la entonces directora María Elena Álvarez-Buylla modificó los lineamientos para la asignación de becas de posgrado. Con el argumento de eliminar privilegios y priorizar áreas “estratégicas para el país”, miles de estudiantes fueron excluidos o perdieron su apoyo económico sin explicación clara.
“Nos convocaron a una reunión y nos dijeron que solo habría cinco becas, aunque éramos quince”, señala Berenice Díaz Carcaño, estudiante de doctorado en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Díaz encabezó un movimiento en defensa de los afectados, además de que denunció la aplicación retroactiva de nuevas reglas, lo que consideró una violación legal: “Todo quedaba a criterio de no sabemos quién y no sabemos cuándo”.
Escándalo en Conahcyt: diez mil estudiantes, sin beca en 2023
Según estimaciones de académicos y exbecarios, más de diez mil estudiantes se quedaron sin apoyo durante 2023. En algunos casos, incluso becarios en el extranjero enfrentaron la suspensión arbitraria de sus recursos.
Desde Moscú, el investigador Alberto Gómez contó que fue rechazado “por supuestamente no entregar datos completos, algo falso”. Tras promover un amparo y recibir apoyo mediático, logró recuperar su beca, aunque afirma que la exdirectora “nunca tuvo el valor de atender las demandas de los afectados”.
Acusan de favoritismo y uso discrecional de recursos
Mientras los recortes golpeaban a jóvenes investigadores, varias fuentes internas denunciaron que la alta dirección del entonces Conacyt asignaba recursos a discreción. La comunidad científica acusa que el organismo se convirtió en una institución politizada, alejada de su propósito original de fomentar la ciencia y la innovación.
El hartazgo social entre académicos y estudiantes crece, con protestas que exigen la restitución de apoyos, además de la rendición de cuentas sobre el destino de los fondos públicos retirados.
¿Dónde quedó el dinero de la ciencia mexicana?
A la fecha, nadie ha explicado con claridad qué pasó con los recursos de las becas desaparecidas, ni se ha establecido un mecanismo transparente para su reasignación. La comunidad científica teme que la fuga de talento se acelere ante la falta de apoyos, debilitando la investigación nacional: “Nos quitaron la beca, pero no la esperanza de que la ciencia mexicana vuelva a levantarse”, señalan los estudiantes.