Un científico tiene la propuesta de usar nubes de gases especiales para bloquear los rayos del Sol y así reducir los efectos del cambio climático en la Tierra. Sin embargo, sus ideas son criticadas por otros especialistas.
David Keith asegura que es posible lanzar dióxido de azufre a la estratósfera, de 30 kilómetros de espesor y superior a la troposfera, que es donde respiramos las personas, para bajar la temperatura, afirmó al diario estadounidense The New York Times.
Esta idea es tan controvertida, ya que incluso Josh Weinstein uno de los guionistas de la caricatura Los Simpson , compartió el artículo y lo relacionó al episodio 25 de la sexta temporada, donde Charles M. Burns instala un obstructor del Sol en Springfield para beneficiarse del uso de energía eléctrica a todas horas.
I'm not gonna say it, but... pic.twitter.com/7cH5glI0tu
— Josh Weinstein (@Joshstrangehill) August 4, 2024
¿Qué es la geoingeniería solar?
La idea de Keith no es nueva y forma parte de una disciplina llamada geoingeniería solar, la cual trata de reducir la temperatura del planeta por medio de reflejar la luz del Sol o permitir que escape más calor al espacio.
Uno de los métodos más estudiados es la idea propuesta por Keith y otros científicos, arrojar partículas de dióxido de azufre a más de 17 kilómetros de la superficie de la Tierra, con el fin de que la luz del Sol se refleje al espacio.
Esta idea surgió en la mente de David Keith cuando el monte Pinatubo, en Filipinas, hizo erupción en 1991 y el dióxido de azufre que expulsó logró bajar la temperatura del planeta de forma temporal en 0.5 grados Celsius.
¿Es viable bloquear el Sol como proponen científicos?
Un estudio de la Universidad de Harvard elaborado en 2018 estimó que la geoingeniería solar, para bloquear los rayos del Sol y reducir el efecto del calentamiento global tendría un costo de 2 mil 250 millones de dólares anuales, poco más de 4 mil millones de pesos mexicanos en un periodo de 15 años.
Estas ideas han sido estudiadas al menos desde la década de 1960, pero estas manipulaciones del clima pueden alterar las temporadas de lluvias y cambiar los monzones, lo cual puede afectar la producción de alimentos en el campo.
Ante ello, casi 400 científicos firmaron en 2021 un acuerdo internacional para no usar la geoingeniería solar, debido a que, entre otras razones, sus riesgos “están pobremente comprendidos y nunca podrían ser conocidos completamente”.