La desaparición de Josué Aarón Villa, desde 2018, se ha convertido en un símbolo del dolor que enfrentan miles de familias en México. Su madre, Candelaria, es una de las tantas madres buscadoras en el estado de Colima que, a pesar de su incansable esfuerzo, aún no encuentra a sus seres queridos.
El gobierno se la ha pasado festejando que los homicidios en nuestro país van a la baja en los últimos meses, pero la #violencia, la crisis de desaparecidos y el dolor de las madres y padres buscadores sigue en aumento.@carolina_rocha_ nos presenta en #Hechos el caso de… pic.twitter.com/LTvP7X41pZ
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) August 26, 2025
Más de 132 mil desaparecidos en México
Josué no es solo un número más. Es parte de las más de 132 mil personas desaparecidas en el país, según registros hasta 2025. La historia de su desaparición refleja el temor y la violencia que persiste en varios estados, incluyendo Colima y Jalisco, donde las desapariciones suelen tener modus operandi similares: levantones, transporte forzado y desaparición inmediata.
Candelaria recuerda el día que desapareció su hijo: “A las ocho y media de la noche del domingo, cuando acababa de llover, llegaron dos camionetas y bajaron cuatro personas. Entraron y se lo llevaron. Esa es la última vez que lo vi”. Su relato es el dolor vivo que está detrás de cada estadística oficial.
La vida transformada por la búsqueda
Desde ese día, la vida de Candelaria cambió radicalmente. De maestra de manualidades, dejó su trabajo para dedicarse plenamente a la búsqueda de su hijo. Su hogar se transformó en un centro de coordinación para madres y familias que enfrentan la misma tragedia, donde comparten fichas con nombres, fotos y fechas de hallazgos forenses, tratando de identificar a sus seres queridos.
Retos en la búsqueda de desaparecidos en México
Los ministerios especializados en búsqueda enfrentan una enorme carga de trabajo: solo nueve expedientes cubren todo el estado de Colima. La falta de personal, de genetistas y de empatía dificulta la identificación de víctimas. Para Candelaria y muchas otras familias, la esperanza sigue viva: “Hasta que no lo tengamos, podemos decir hasta aquí terminó, pero mientras la flamita sigue”.
La esperanza que persiste en Colima
La historia de Josué AarónVilla no es única. Representa a miles de desaparecidos y el esfuerzo incansable de sus familias. Mientras el dolor y la búsqueda continúan, la sociedad mexicana enfrenta el desafío de apoyar a quienes buscan justicia y encontrar a los que han sido arrebatados de sus hogares.