El silencio que ha mantenido Hernán Bermúdez Requena , exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Adán Augusto López en Tabasco, no es fortuito ni responde —como algunos podrían suponer— a una estrategia legal bien calculada.

Especialistas en seguridad y organizaciones de la sociedad civil advierten que se trata de una medida desesperada para intentar contener uno de los escándalos de corrupción más delicados que se han señalado en los últimos años.

De acuerdo con el especialista en seguridad Manuel Balcázar, Bermúdez Requena es visto como un “dique de contención” dentro de un entramado político-criminal que, hasta ahora, ha sido señalado por múltiples elementos. En este contexto, su silencio cobra un peso mayor, pues no solo se trata de su responsabilidad individual, sino de la posible protección de una red más amplia de complicidades.

Audiencia vía Zoom para Bermúdez Requena

El próximo 23 de diciembre, Hernán Bermúdez Requena deberá presentarse, vía Zoom, a una audiencia clave ante la Fiscalía General del Estado de Tabasco. Esta comparecencia corresponde a una fase procesal determinante, ya que, como explicó Leonardo Núñez, de la organización Mexicanos contra la Corrupción, únicamente las pruebas que presente el Ministerio Público en este momento serán las que se utilicen posteriormente en el juicio oral.

Pese a la relevancia de esta audiencia, se prevé que Bermúdez Requena continúe guardando silencio. Esta postura, advierten especialistas, no es menor, ya que limita el alcance de las investigaciones y reduce la posibilidad de que se esclarezcan responsabilidades más amplias.

Un caso que podría quedarse en el espectáculo: La realidad de Bermúde Requena

Leonardo Núñez también alertó que el caso corre el riesgo de convertirse en un “espectáculo”, presentado como el supuesto fin de la corrupción mediante el castigo de una sola figura, sin llegar hasta las últimas consecuencias. En ese escenario, no se trataría de un “caiga quien caiga”, sino de un “cayó quien nosotros quisimos que cayera”.

Según estas advertencias, el silencio de Bermúdez Requena beneficia a muchos actores, pero sobre todo protege a quienes realmente toman las decisiones. Núñez señaló que para vincular a Bermúdez con temas como el huachicol fiscal o el financiamiento ilegal de campañas políticas, necesariamente se debe pasar por Adán Augusto López, a quien describió como el nodo principal que concentra los hilos de estas posibles conexiones.