Tras permanecer casi una década prófugo de la justicia internacional, Adolfo Ernesto Grosso Zamora, alias “Gordo Adolfo”, fue capturado en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México (Edomex). Sobre él pesaba una Ficha Roja de la Interpol por su presunta participación en el asesinato de dos suboficiales de la Policía Nacional de Perú durante un enfrentamiento en 2016.

La detención, resultado de un operativo coordinado por fuerzas federales y el Instituto Nacional de Migración (INM), pone fin a una larga fuga que comenzó un día después del brutal crimen.

Capturan a “El Gordo Adolfo” tras operativo en Neza, Edomex

Gracias a labores de inteligencia y cooperación internacional, las autoridades mexicanas ubicaron a “Gordo Adolfo” en un domicilio de la colonia Las Maravillas, en Nezahualcóyotl. Un equipo conjunto de la Marina, SSPC, Defensa, FGR y GN ejecutó la operación que culminó con su captura.

Tras su detención, fue trasladado a instalaciones del INM en Iztapalapa, para iniciar los trámites correspondientes para su entrega a las autoridades peruanas, luego de que se emitiera su ficha roja por Interpol y tener orden de aprehensión en Perú.

El crimen que marcó a Rímac, en Perú: El asesinato de dos oficiales

El crimen por el que era buscado ocurrió el 16 de marzo de 2016 en el distrito del Rímac, en Lima, Perú. Ese día, una banda de delincuentes, conocida como “marcas”, robó 10 mil soles a un cliente bancario.

En su huida, fueron interceptados por un patrullero. Sin dudarlo, los criminales dispararon a matar contra la unidad, asesinando a los suboficiales Gustavo Romero Zevallos y Yoeen Sánchez Anaya.

“Cabe destacar que en 2016 la Policía Nacional de Perú detuvo a varios implicados en los hechos antes señalados, sin embargo, Adolfo “N” huyó a México”, señaló la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

Mientras las autoridades peruanas iniciaban una intensa cacería, Adolfo Grosso Zamora ya planeaba su escape. Apenas 24 horas después del doble homicidio, el 17 de marzo de 2016, las cámaras de seguridad del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima lo captaron caminando tranquilamente por los pasillos para abordar un vuelo con destino a México.

Desde entonces, había permanecido oculto en territorio mexicano.