Cada paso es un calvario. Para los pobladores de La Mora, una comunidad enclavada en la sierra de Hidalgo, las lluvias no traen alivio, sino una condena. El crecimiento del río Moctezuma, alimentado por los excedentes de la presa Simapán, les ha cerrado el paso, convirtiéndolos en “damnificados permanentes” que deben arriesgar la vida a diario para realizar sus actividades más básicas.

El camino que antes recorrían a pie cuando el río estaba bajo, hoy es intransitable. Su única opción es una odisea de más de un kilómetro a través de la montaña, un trayecto lleno de peligros que ya ha cobrado vidas.

Un “calvario” de 1 kilómetro en La Mora, Hidalgo: Sogas, acantilados y un puente podrido

Para llegar a Tangocó, la comunidad más cercana, los habitantes de La Mora deben atar cuerdas para sujetarse en acantilados y usar sogas como pasamanos para no caer. Pero el punto más crítico es un puente improvisado que pende sobre el río.

“Este es justo uno de los cruces más peligrosos”, describe el reportero en el lugar. La estructura es una trampa mortal: la madera está podrida y se quiebra a cada paso, el alambrado que funge como barandal es viejo y puede ceder en cualquier momento, y el cable de metal que usan para sostenerse está oxidado y desgastado.

Cada paso hace que el puente se tambalee, con el riesgo inminente de una caída mortal al caudaloso río.

Un “calvario” de 1 kilómetro en La Mora, Hidalgo: Sogas, acantilados y un puente podrido
Un “calvario” de 1 kilómetro en La Mora, Hidalgo: Sogas, acantilados y un puente podrido | FIA

“Mi hijo venía a ver a su abuelo": Las tragedias que ya cobró el río Moctezuma

El miedo no es una exageración. La comunidad ya cuenta dos tragedias. La más reciente fue la de un adolescente que, en su intento por cruzar, no logró su objetivo. Su madre narra con dolor la pérdida.

“Mi hijo venía a ver a su abuelo y se resbaló en las piedras allá abajo. Venía con un tío, pero no pudo hacer nada”, cuenta.

El riesgo es constante, especialmente para quienes no tienen opción. “Mi cuñada tiene a su papá enfermo. Seguido le hablan que lo vaya a visitar, y tiene que pasar con sus niños. A veces le digo, pues está exponiendo mucho a sus niños”, relata una vecina.

Leonardo Herrera, reportero de FIA, cruzó el puente de La Mora, en Hidalgo; un camino que pobladores atraviesan diario
Leonardo Herrera, reportero de FIA, cruzó el puente de La Mora, en Hidalgo; un camino que pobladores atraviesan diario

Promesas rotas: La indiferencia de las autoridades

Los vecinos aseguran que su situación no es desconocida. Las autoridades municipales de La Misión, municipio al que pertenecen y que queda a más de una hora de terracería, ya visitaron la zona y comprobaron la realidad que viven.

Sin embargo, la visita no trajo soluciones. Según los afectados, “hubo promesas, pero solo eso”. Mientras esperan una acción que nunca llega, los hombres, mujeres y niños de La Mora seguirán enfrentando el puente podrido, sabiendo que cada día, un mal paso puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.